Toca cambiar el chiringuito de la playa por el tupper en la oficina. Pero no te preocupes, tómatelo como una forma de retomar la comida saludable. Porque sí, comer en el trabajo no tiene por qué significar comer mal, ¡apunta estos consejos!
Planifícate las comidas
Sabemos que no es la primera vez que te decimos esto pero es infalible para que no te encuentres un día la nevera vacía y tengas que optar por comprarte cualquier cosa al día siguiente. Dedica un tiempo del fin de semana a prepararte un menú diario e incluso a prepararlo y congelar. De esta forma siempre tendrás un plan sano para el siguiente día.
Y de ahí nuestro siguiente punto… ¿Qué verduras se pueden congelar?
Algunas verduras de alto contenido en agua como el calabacín pierden su gracia cuando las descongelas. Esto ocurre con la familia de las cucurbitáceas. Pero hay otras opciones de cocinado como las sopas o los purés.
Reordena tu nevera de vez en cuando
Para que no se estropeen los productos frescos que llevan más tiempo en la nevera haz revisiones de vez en cuando de los productos que hay en ella y coloca delante los que compraste hace más tiempo. Así evitarás tener que tirar comida y tu consumo será más responsable.
Los ingredientes que no pueden faltar
En un tupper puedes meter casi cualquier comida pero recuerda que el objetivo de todo esto es que comas saludable. En tu tupper no pueden faltar ingredentes sanos como frutas y verduras frescas, carnes magras, arroz o pasta integral, huevos, legumbres y aceite de oliva. Recuerda, además, que la variedad de colores en los ingredientes de un plato asegura una gran variedad de nutrientes.
Trucos de preparación
Una vez introduzcas la comida caliente en el tupper no lo cierres inmediatamente, espera a que se enfríe para taparlo y refrigerarlo. Esto es para evitar la humedad dentro del compartimento, que puede hacer proliferar bacterias. Por otro lado, no adereces las ensaladas o la verdura hasta el momento de comer para no deshidratar los vegetales antes de consumirlos.
¡Ya tienes el tupper saludable en tu mesa! Ahora solo tienes que completar este buen hábito con algo de ejercicio. Te proponemos que te lleves tus pantalones anticelulíticos Appleskin al trabajo para ir directamente al gimnasio cuando acabe tu jornada o, si lo prefieres, volver a casa caminando.