El gimnasio no está hecho para todo el mundo y salir a entrenar a la calle no siempre es lo que más apetece. Pero esos días que optas por quedarte en casa no tienes por qué renunciar al ejercicio. Puedes seguir esta tabla de ejercicios y convertir tu casa en el mejor gimnasio.
ENTRENAR EN… EL DORMITORIO
Podemos trabajar los glúteos en la siguiente posición: túmbate en el suelo con una pierna flexionada y apoyada en el y la otra apoyada en la cama con lo que quedará hacia arriba. Con el pie que tienes en el suelo como punto de equilibrio levanta las caderas y ve repitiendo el movimiento hacia arriba y hacia abajo. Luego prueba con la otra pierna.
La habitación es el lugar donde puedes empezar tu entrenamiento y acabarlo y donde al final del día puedes descansar de todo el esfuerzo realizado con un sueño reparador. Ah! También es el lugar donde probablemente guardes tus pantalones anticelulíticos con efecto adelgazante AppleSkin. ¡Sácalos del armario para empezar el entrenamiento “casero”!
ENTRENAR EN… EL BAÑO
Puede ser un buen lugar para hacer flexiones si apoyas las manos juntas en el borde de la bañera (teniendo cuidado de no resbalar).
Puedes hacer lo mismo pero con el cuerpo dándole la espalda a la bañera, apoyándote también con las manos y subiendo y bajando la cadera manteniendo las piernas rectas.
ENTRENAR EN… LA COCINA
Es un sitio peligroso porque puedes tener la tentación de picar algo pero también es un lugar con muchas posibilidades para ejercitarte. Puedes valerte de unos bricks de leche, unos paquetes de arroz o unas botellas de agua para utilizarlos como mancuernas. Con los brazos flexionados sujeta ante ti el objeto, agáchate manteniendo la espalda recta y los talones en el suelo para luego volver a ponerte en pie. Puedes repetir el ejercicio y utilizar objetos de mayor o menor peso.
ENTRENAR EN…EL SALÓN
Para trabajar la espalda podemos hacer pullovers. Si no has oído hablar de este ejercicio, te explicamos cómo hacerlo aprovechando el mobiliario de tu casa: inclínate hacia atrás de forma que los hombros y el cuello queden apoyados en el brazo del sofá y éste sea perpendicular a ti. Con los brazos rectos levanta un cojín pesado, un jarrón, etc. desde la ingle y elévalo por detrás de tu cabeza haciendo un recorrido semicircular. Pon de nuevo el objeto en su posición inicial haciendo el mismo recorrido pero al revés.