España es el país europeo que más alimentos ecológicos produce, según datos del Eurostat, y cada año su consumo crece un 7%. Si los productos ecológicos están en su mejor momento es porque cuentan con una larga lista de beneficios. ¿Quieres conocer algunos?
La mayoría de los seguidores de esta clase de alimentación son personas jóvenes, formadas y preocupadas por el medio ambiente. Y es que estos alimentos naturales y alejados de los productos químicos promueven, entre otras cosas, la fertilidad natural de la tierra, la proliferación de plantas y especies silvestres en las granjas donde son producidos, la menor emisión de CO2 a la atmósfera y un mayor equilibrio natural.
Pero, más allá de las ventajas medioambientales, cuando nos referimos a nuestra salud, existen muchas buenas razones para comer bio:
– La comida bio no contiene plaguicidas: Muchos plaguicidas son alérgenos, tóxicos o cancerígenos. Debido a que las cantidades son pequeñas se consideran seguros pero ¿eso es lo que queremos en nuestro organismo?
– Alimentos más ricos en nutrientes y sin aditivos: Diversos estudios han demostrado que las frutas y verduras ecológicas tienen una mayor concentración nutritiva: potasio, calcio, hierro y vitaminas. Por otro lado, la industria agraria convencional busca constantemente mejorar el sabor, color y apariencia de los alimentos para que sean más atrayentes y para ello utilizan muchos aditivos, negativos para la salud.
– Gran poder antioxidante: Muchos vegetales producen este efecto y actúan contra los radicales libres, los causantes del daño y el envejecimiento celular, por lo que tienen la capacidad de prevenir algunas enfermedades como las cardiovasculares, el cáncer o las alergias.
– No se permiten los organismos genéticamente modificados. No hay estudios concluyentes sobre los problemas a largo plazo que puede traer el cultivo transgénico aunque hay indicios de que pueden influir en el metabolismo. Para curarse en salud, la producción ecológica los excluye totalmente: no se utilizan como ingrediente, ni para alimentación del ganado y tampoco como abono.
Y ¿qué alimentos ecológicos deberían ser tu prioridad? Si quieres formar parte del auge de lo natural, deberías empezar por los alimentos que suelen contener más contaminantes, como son: los productos lácteos, que suelen contener residuos de antibióticos; los huevos, pues las gallinas ponedoras pueden ser alimentadas con transgénicos; verduras como las espinacas, zanahorias, judías, alcachofas y tomates; frutas como las manzanas, las fresas y las uvas, cultivadas con diversos plaguicidas y los cereales integrales.
Ya sabes que son tres los pilares básicos para mantenerte en forma y cuidarte por fuera y por dentro y una alimentación sana y natural solo es uno de ellos. Si te declaras defensora de lo natural recuerda lo positivo que es ejercitarte al aire libre, en contacto con la naturaleza, y si rechazas los tratamientos invasivos para corregir problemas tan comunes como la celulitis, opta por cosmética textil como la de la línea AppleSkin, con sus pantalones anticelulíticos y su faja anticelulítica, con efecto adelgazante y reafirmante y fabricados con sustancias naturales como cafeína, aceite de soja y aceite de cáñamo, o con cristales bioactivos, respetuosos con tu organismo.
¡Rechaza lo sintético y pásate al boom de lo natural!