Solemos imaginar la dieta vegetariana como el modelo de dieta saludable por excelencia y, sea por moda o por convicción, muchas personas se apuntan a seguirla. Sin embargo, una dieta a base de vegetales tiene sus ventajas y sus inconvenientes y conviene conocerlos para no cometer errores. ¡Con la comida y la salud no se juega!
Seguir una dieta vegetariana no es únicamente dejar de comer carne. Existen varias clases, dependiendo de los alimentos que consumas. Los que en su dieta incluyen huevos y leche se llaman ovo-lacto vegetarianos, también existen los crudívoros que basan su dieta en alimentos sin cocción por lo que no consumen alimentos de origen animal ni alimentos que se consuman cocidos y los veganos o vegetarianos estrictos que sólo consumen alimentos de origen vegetal. Estos últimos no consumen lácteos carnes ni huevo pero sí incluyen en su dieta diaria legumbres, cereales, semillas, frutos secos, verduras y frutas. También hay variantes menos comunes como la flexivegetariana, que, aunque da prioridad a los alimentos vegetales permite la ingesta ocasional de carnes blancas y pescado además de frutas, hortalizas, cereales, semillas huevos o leche. Un tipo muy poco recomendado es la frugívora en la que sólo se consumen frutas y por eso es muy peligrosa.
A pesar de que hay una creencia muy difundida de que la dieta vegetariana es la mejor para nuestra salud y que además sirve para perder peso, no tenemos que tomarlo al pie de la letra. La dieta vegetariana no es un sinónimo de adelgazar, al menos no necesariamente. Al final ganar o perder peso dependerá del balance entre calorías ingeridas y calorías gastadas, así que dependiendo de la cantidad de alimentos que consumamos la báscula marcará más peso o menos. Aunque es cierto que, en general, el consumo de alimentos animales es más calórico y aporta más grasas que el consumo principalmente de vegetales.
Por otro lado, es importante saber qué tipo de alimentos hay que introducir en la dieta, que sustituyan aquellos nutrientes que dejamos de consumir al no ingerir productos de origen animal. Las personas estrictamente veganas a veces tienen que incluir en su alimentación suplementos nutricionales que les garanticen los niveles de proteínas, calcio o hierro recomendados. Por poner algún ejemplo, la vitamina B12 se obtiene de productos cárnicos únicamente y el hierro de origen vegetal no se absorbe fácilmente, así que puede haber carencias.
Para evitar la aparición de anemia u otras enfermedades más graves, lo mejor es que antes de empezar una dieta cuentes con un profesional que pueda asesorarte con lo que mejor te convenga.
Si lo que estás buscando es adelgazar piensa que no solo se logra “comiendo verde” sino que cualquier dieta de adelgazamiento debe ir combinada tanto con ejercicio habitual como con complementos específicos para ese fin. Una combinación perfecta es utilizar los pantalones AppleSkin de Happy Dance mientras realizas tu deporte favorito, porque su efecto masaje permite quemar grasas más deprisa y sus microcápsulas inciden sobre tu piel para contrarrestar problemas como la celulitis.
Recuerda además que cambiar repentinamente de hábitos por otros más extremos producen efecto rebote en nuestro cuerpo, así que si vas a cambiar tu dieta evita las variaciones bruscas en la alimentación y los cambios inmediatos de peso porque el cuerpo es listo y lo nota.
Exelente articulo, pero es un problema solo comer vegetales 🙁