El sedentarismo es la falta de actividad física que, desgraciadamente, tendemos a adoptar en las sociedades avanzadas. El problema es que la falta de ejercicio continuado disminuye nuestra capacidad de adaptación al movimiento iniciando un círculo vicioso en el que, al final, ya no nos ejercitamos porque no queremos sino porque no podemos. Visto así, el sedentarismo ¿es un mal hábito o una enfermedad?
Se considera que una persona es sedentaria cuando su gasto semanal en actividad física no supera las 2.000 calorías, o cuando no cumple el mínimo de actividad de 30 minutos al día (ya no hablamos de deporte, sino de movimiento). El ser humano está hecho para moverse pero el sedentarismo hace que nuestro organismo no se ejercite lo que necesita, por lo que nuestro aparato cardiovascular se debilita, los músculos se atrofian y disminuye considerablemente la resistencia física.
Al contrario de lo que muchos opinan el sedentarismo no es propio solo de personas con sobrepeso, sino que puede ser consecuencia de muchas otras causas: personas que, debido a su trabajo, pasan muchas horas inmóviles delante del ordenador, aquellas que han de mantenerse durante meses en reposo debido a una enfermedad o a una operación… Lo que ocurre es que estas personas en baja forma y que no suelen ejercitarse tienen problemas a la hora de retomar los buenos hábitos. Se cansan con facilidad, sufren mareos o falta de motivación.
El sedentarismo es un catalizador de enfermedades como diabetes, dolores en las articulaciones o presión arterial elevada y es por eso que muchos expertos ya hablan del sedentarismo como una enfermedad. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo cataloga como “un problema de salud pública mundial”, y advierte de que al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. Paralelamente, la revista científica Public Library of Science afirmó en un estudio que antes casi la mitad de los empleos obligaba a realizar una actividad física moderada, mientras que hoy solo lo exige el 20 %.
La OMS señala, además, una serie de ventajas por las que la actividad física regular, aunque sea mínima, representa un hábito saludable. Entre ellas:
- Reduce el riesgo de muerte prematura
- reduce hasta en un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares
- contribuye a prevenir la hipertensión arterial, que afecta a un quinto de la población adulta del mundo
- contribuye a prevenir la aparición de la osteoporosis
- disminuye el riesgo de padecer dolores lumbares y de espalda
- contribuye al bienestar psicológico
- ayuda a controlar el peso disminuyendo el riesgo de obesidad hasta en un 50%.
- ayuda a desarrollar y mantener sanos los huesos, músculos y articulaciones.
Todo parece indicar que el aumento del sedentarismo es una cuestión de mala concienciación. Solo hay que ver que entre el 70 % y el 80 % de los niños españoles no hace el ejercicio básico recomendable, como afirman desde la Universidad Politécnica de Madrid.
Los expertos advierten de que no hay que lanzarse a hacer grandes esfuerzos físicos si no estamos acostumbrados a hacer ejercicio. Nosotros te recomendamos que vayas adquiriendo el hábito con calma. Te invitamos a que te levantes, te pongas tus mallas AppleSkin y vayas a dar un paseo, subas por las escaleras hasta tu casa o vayas en bici a trabajar. Seguro que poco a poco le vas ganando la batalla a la inactividad y tu salud te lo agradece.
Resulta curioso e invita a la acción, al conocer que por debajo de 2000 calorías semanales, puedes convertirte en persona sedentaria.
Tardaremos? 400 años, en darnos cuenta de los beneficios del ejercicio, como ha tardado la Iglesia ( no tengo nada contra esta institución) en reconocerle a Galileo, que la tienda era redonda . Todo lo que coincidis en señalar como dice la OMS los beneficios del ejercicio, debieran ser suficientes para ponernos esas mallas Apple Skin y salir a hacer deporte.
Muy buen artículo enhorabuena