¿Cuántas veces escuchas al año la palabra calorías? Estamos seguros de que muchas. Pero ¿sabes qué se esconde detrás de este concepto? En realidad, ¿qué es una caloría? No te preocupes, en este artículo las analizamos a fondo.
Si tu propósito es perder peso probablemente te dediques a contar las calorías de todo lo que comes y a mirar las etiquetas de los productos que compras en el supermercado. Pero quizá cuando haces esto no estás teniendo en cuenta datos como que un gramo de grasa tiene nueve calorías, o un gramo de proteínas tiene cuatro.
No todas las calorías (unidades de energía) son iguales y nuestro organismo sabe diferenciarlas. El cuerpo descompone calorías de forma diferente si se trata de hidratos de carbono o de proteínas. Por ejemplo, los hidratos se descomponen rápidamente y por eso los usamos como energía directa cuando vamos a hacer ejercicio. De hecho, si no nos movemos, esa energía se almacena como grasa.
Tampoco es lo mismo comer alimentos cocinados que sin cocinar. En el caso de las proteínas, los aminoácidos integrados en el alimento se separan (proceso de desnaturalización). El resultado es que las proteínas se descomponen y son absorbidas por el intestino delgado. Así, según los estudios las proteínas cocinadas aportan entre un 10 y un 20% más calorías que las crudas. Y también debemos tener en cuenta la forma de cocinar los alimentos, los fritos siempre te aportarán más calorías que los alimentos hervidos, por ejemplo.
Ahí va un dato importante: para ganar medio kilo hay que tomar 3.500 calorías por encima de nuestra ingesta habitual, que no es poco. No te obsesiones por ingerir el menor número de calorías posible. Tomar alimentos que equivalen a menos de 1.200 calorías al día pone en alerta al cuerpo, que entiende que hay que ahorrar energía y almacenar grasa. El metabolismo se ralentiza y no quema energía tan rápidamente.
Es importante comer de forma sana y equilibrada pero sin obsesionarse. No es tan grave pasarse un poquito comiendo de vez en cuando si luego te poner tus pantalones adelgazantes de AppleSkin o su faja reductora, ambos anticelulíticos, y sales a dar un paseo o a hacer una sesión de fitness. La clave para contrarrestar la ingesta de calorías es hacer ejercicio o, por lo menos, no llevar una vida sedentaria. En realidad, las grasas, aunque estén muy demonizadas, son imprescindibles dentro de una dieta saludable. Intenta adoptar un hábito de vida que incluya hacer deporte tres o cuatro veces a la semana y deja de contar las calorías de todo lo que poner sobre tu mesa.