Ahora que se ha puesto de moda el running parece que practicarlo sea coser y cantar, pero como en cualquier otro deporte mientras lo realizas, y sobre todo si eres principiante, puedes sufrir una serie de molestias. ¡Piensa en los beneficios y los sobrellevarás mejor!
Estas son las molestias más comunes que puedes tener a la hora de enfrentarte a rutinas de running y la forma de evitarlas:
Flato
¿Quién no ha tenido flato alguna vez? Hablamos de esos pinchazos que sientes entre el músculo diafragma, el pecho y el abdomen. Hay varias teorías que lo explican: una de ellas dice que los ligamentos que unen el estómago con el diafragma tiran hacia abajo cuando corremos, debido a las oscilaciones, y ello nos produce dolor. Otra teoría explica que, cuando hacemos deporte, gran parte de la sangre se dirige a los músculos que están en movimiento y por eso la sangre en el diafragma es menor por lo que causaría fatiga y dolor.
Para evitar el flato hay que evitar en la medida de lo posible las oscilaciones en la carrera, por ejemplo, reforzando la amortiguación del calzado; reposar las comidas y no empezar a hacer deporte con la tripa llena es otra recomendación. Si el dolor ya está ahí prueba a tensar el abdomen mientras corre. En muchas ocasiones el dolor desaparece.
Agujetas
Las agujetas no aparecen mientras estás haciendo ejercicio, es cierto, pero sí después y pueden ser muy molestas. Se producen debido a los desperfectos y microroturas que han sufrido las fibras musculares y se dan cuando no estás muy acostumbrado a hacer ejercicio. Para prevenirlas, intenta controlar la intensidad de los entrenamientos los primeros días, no pasarse con el tiempo y seguir un ritmo suave. Aunque sientas agujetas, puedes seguir practicando ejercicio. De hecho, los movimientos suaves que impliquen a esos músculos ayudarán a deshacerte antes del dolor.
Dolor en las rodillas
Los ligamentos laterales de las rodillas pueden resentirse debido al impacto de las zancadas cuando practicamos running. Las rodillas son zonas muy sensibles y si el dolor es constante es mejor que paréis a tiempo, antes de que la molestia vaya a más y pueda desembocar en una lesión. De nuevo, la amortiguación aquí es imprescindible. Asegúrate también de que el movimiento que haces cuando corres es el adecuado.
Calambres musculares
Es muy común en los corredores la aparición de calambres musculares durante la carrera. Aparecen debido a una sobrecarga muscular y a un esfuerzo físico por encima del que estamos preparados. Con la edad se vuelven más frecuentes y también cuando estamos desentrenados. Para evitarlos, es importante realizar un buen calentamiento y estiramientos al terminar la carrera y no sobreexplotar los músculos. Para reducir el dolor son muy efectivos los masajes, la aplicación de hielo en la zona y la contracción de los músculos antagonistas.
Fatiga
La fatiga es casi imposible de evitar cuando practicas una sesión de running intensa. Si es mucha, nos puede hacer parar y boicotearnos la carrera. Para sobrellevarla hidrátate, haz los descansos necesarios, opta por seguir un ritmo progresivo y controla el oxígeno durante la actividad, ya que una mala respiración es una de las causas de sufrir fatiga. Hemos repetido muchas veces en este post que es importante saber controlar el ritmo y hacer movimientos suaves si notas alguna de estas molestias. Lo cierto, es que los impactos fuertes afectan también a otra dolencia: la celulitis. Para combatir mejor sus efectos también puedes llevar las mallas anticelulíticas AppleSkin durante la carrera, unas auténticas enemigas de la piel de naranja, con efecto adelgazante y transpirables. Vamos, que con ellas para presumir ya no tendrás que sufrir tanto.