¿Las frutas y verduras “de toda la vida” ya no son lo que eran? Para hacer frente a los poco saludables hábitos alimenticios de la sociedad ahora lo que se lleva son los superalimentos. Pero ¿son un mito, una moda o vienen para quedarse?
Sabemos que todos los alimentos tienen, por pequeño que sea, un valor nutricional. Los superalimentos son los que situaríamos en la cúspide de los productos con mayor número de propiedades. Son ricos en antioxidantes, aportan minerales y vitaminas como la A, C y E y fitonutrientes, unas sustancias químicas que protegen contra las infecciones y, en general, alejan las enfermedades. Y, por si fuera poco, combaten el envejecimiento.
Ante este panorama la pregunta es ¿cuáles son esos “alimentos milagrosos”? Si antes se resaltaban las propiedades de productos como el aceite de oliva, los frutos secos o el tomate ahora la selección se amplía y se incorporan alimentos más “exóticos” como el coco, las algas como la espirulina, las bayas de Goji, las semillas de cáñamo, la chía o el cacao. Este tipo de superlimentos, no procesados, se consume preferentemente crudo y se puede incorporar a nuestra dieta en forma de especia para acompañar algunas comidas, en batidos, etc.
Sin embargo, con la aparición de la cultura de los superalimentos y el boom que ha supuesto en el mundo culinario, editorial y de los medios de comunicación, han surgido voces de profesionales del sector nutricional que afirman que los superalimentos no son productos milagrosos que curen enfermedades. En palabras de miembros de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición “Es una moda o tendencia, no es algo nuevo. Es cierto que son productos muy saludables, pero no curan, solo preservan la salud”.
Según un artículo publicado en 2014 en el diario El País, “En España nos gastamos más de 2.000 millones de euros en productos milagro, lo que a veces incluye extractos de supuestos alimentos prodigiosos” Sin embargo, muchos especialistas señalan que la mejor manera de aportar al organismo todo lo necesario es a través de una alimentación variada y rica en legumbres, frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales. Estos son productos que podemos encontrar en nuestra saludable dieta mediterránea.
Los llamados superalimentos pueden ser un buen complemento a una dieta sana y equilibrada. Del mismo modo que los complementos cosméticos como las cremas anticelulíticas, reafirmantes o la cosmética textil como los pantalones anticelulíticos de AppleSkin son un buen soporte para unos hábitos deportivos saludables.