¿Puede la alimentación hacer que rindas más durante tu entrenamiento? La respuesta es sí. Aprende a qué comer antes y después de tu sesión deportiva para tener la energía suficiente y seguir conservando la línea.
Imaginemos que vas al gimnasio a última hora de la tarde, una vez has salido de trabajar. Partiendo de esa premisa repasamos los alimentos que debería tener tu comida, merienda y cena.
Es importante que incluyas en el menú proteína como la que lleva el pescado azul, el pavo o el conejo (que se asimilan mucho mejor que las carnes rojas). Deberías acompañarlo con verduras de temporada e incorporar fruta en el postre, o bien un yogurt natural o un trocito de queso.
Si sigues una dieta vegetariana, una buena alternativa a la carne o pescado son las legumbres (alubias, lentejas, garbanzos…).
Para merendar, lo mejor es un tentempié ligero que combine hidratos, proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales. Algunas opciones interesantes entre las que podéis elegir son: una tosta de pan con pavo, yogurt con frutos secos o un smoothie verde.
DESPUÉS DEL GYM
¿Y qué tomar después del entrenamiento? Durante el entrenamiento consumimos especialmente la glucosa que almacenamos en los músculos. El desgaste muscular lo podemos reparar mediante la alimentación y un buen descanso. La cena después del ejercicio deberá ser completa, con los tres grandes grupos de alimentos: verduras (las puedes consumir crudas o cocidas), hidratos de carbono (entre un cuarto y la mitad de tu plato) y proteínas (¿qué tal optar por huevos o tofu?).
¡Y no te olvides de la hidratación, antes y después de entrenar! Y tampoco de llevar siempre al gimnasio tus pantalones anticelulíticos AppleSkin, mallas con efecto adelgazante que sientan fenomenal y son muy cómodas y súper elásticas.