El sedentarismo es la falta de actividad física que tendemos a adoptar en las sociedades avanzadas.En la actualidad, el término está asociado al sedentarismo físico (la falta de actividad física). En su significado original, sin embargo, este vocablo hacía referencia al establecimiento definitivo de una comunidad humana en un determinado lugar.
Se considera que una persona es sedentaria cuando su gasto semanal en actividad física no supera las 2.000 calorías, o cuando no cumple el mínimo de actividad de 30 minutos al día (ya no hablamos de deporte, sino de movimiento). El ser humano está hecho para moverse pero el sedentarismo hace que nuestro organismo no se ejercite lo que necesita, por lo que nuestro aparato cardiovascular se debilita, los músculos se atrofian y disminuye considerablemente la resistencia física.
El sedentarismo puede ser consecuencia de muchas causas: personas que, debido a su trabajo, pasan muchas horas inmóviles delante del ordenador, aquellas que han de mantenerse durante meses en reposo debido a una enfermedad o a una operación… Lo que ocurre es que estas personas en baja forma y que no suelen ejercitarse tienen problemas a la hora de retomar los buenos hábitos. Se cansan con facilidad, sufren mareos o falta de motivación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) «al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. Esto se debe en parte a la insuficiente participación en la actividad física durante el tiempo de ocio y a un aumento de los comportamientos sedentarios durante las actividades laborales y domésticas. El aumento del uso de los medios de transporte «pasivos» también ha reducido la actividad física»
Según esta organización, la evolución mundial de la actividad física es especialmente preocupante en algunas poblaciones de alto riesgo: jóvenes, mujeres y adultos mayores.
Todo parece indicar que el aumento del sedentarismo es una cuestión de mala concienciación. Solo hay que ver que entre el 70 % y el 80 % de los niños españoles no hace el ejercicio básico recomendable, como afirman desde la Universidad Politécnica de Madrid.
Los expertos advierten de que no hay que lanzarse a hacer grandes esfuerzos físicos si no estamos acostumbrados a hacer ejercicio. Nosotros te recomendamos que vayas adquiriendo el hábito con calma. Te invitamos a que te levantes, te pongas tus mallas AppleSkin y vayas a dar un paseo, subas por las escaleras hasta tu casa o vayas en bici a trabajar. Seguro que poco a poco le vas ganando la batalla a la inactividad y tu salud te lo agradece.