Los probióticos son bacterias “buenas” que alberga nuestro cuerpo y que nos ayudan a asimilar los alimentos y equilibrar nuestra flora intestinal. A través de la alimentación podemos conseguir aumentarlas y protegerlas, adelgazar o mantener nuestro peso ideal.
El conjunto de estas bacterias, conocida como flora intestinal, influye en nuestro peso pues determina la asimilación de los nutrientes y las calorías que consumimos. Las personas con sobrepeso, de hecho, presentan desequilibrios en su flora. Los probióticos están presentes en algunos alimentos y los últimos estudios afirman que algunos de ellos pueden contribuir a la pérdida de peso y a evitar el efecto yoyó, es decir, volver a recuperar los kilos una vez perdidos.
La flora intestinal influye muy notablemente en nuestra calidad de vida. Si se mantiene equilibrada notaremos sus efectos positivos como, por ejemplo, un mejor estado de ánimo, un vientre más plano, menos hinchazón abdominal y un mejor tránsito intestinal.
Alimentos que mejoran la flora intestinal
Hay ciertos alimentos que puedes incluir en tu dieta para reforzar el buen funcionamiento de la flora intestinal. Algunos de ellos son: el yogur, que vuelve digerible la lactosa y hace más asimilable el calcio de la leche y el kéfir, conocido también como yogur búlgaro; el chocolate negro, que contribuye al aumento de las bacterias intestinales beneficiosas debido a su efecto antioxidante; el vino tinto, que mejora la flora por su contenido en polifenoles; los derivados de la soja como el miso, tempeh o salsa de soja y los encurtidos, verduras y hortalizas fermentadas (como por ejemplo los pepinillos) porque restablecen la flora intestinal al proveerla de microorganismos beneficiosos.
¿Y qué hábitos alteran su equilibrio?
Los alimentos solo son un ejemplo de los elementos que pueden influir en el funcionamiento de los probióticos. Los factores que más desajustes causan en la composición de la flora intestinal son: el estrés, que dispara los niveles de cortisol; la comida rápida, por su exceso de grasas; la falta de fibra, ya que se resiente la mucosa que envuelve y protege al intestino; el café y el tabaco, que irritan el intestino y el mal hábito de masticar poco.
Ahora bien, también hay acciones que puedes realizar y que contrarrestan estos hábitos negativos. Lo primero que puedes hacer es ponerte tus mallas anticelulíticas y adelgazantes AppleSkin y motivarte a hacer algo de ejercicio, porque además de que mantendrás tu peso a raya, según un artículo publicado en el British Medical Journal la actividad física regular contribuye a aumentar la variedad de los microbios intestinales. Beber mucha agua, seguir un horario regular de comidas y tomar fruta y verdura son también otros hábitos que puedes reforzar.