Seguro que os habréis preguntado muchas veces por qué es tan fácil ganar grasa y tan complicado perderla. Atentas porque hoy salimos de dudas.
En primer lugar, nuestro cuerpo ha evolucionado a lo largo del tiempo con un fin muy claro: almacenar grasa como reserva energética ante momentos de escasez de alimentos. Y es que la grasa es, además de un nutriente esencial, la única “despensa” de nuestro cuerpo a largo plazo. Sin embargo, hoy por hoy no existe esa escasez y además contamos con multitud de alimentos energéticos. Esto se traduce en que el cuerpo sigue desarrollando su función pero el contexto ha cambiado.
Las grasas se digieren por medio de unas enzimas llamadas lipasas. Una vez que la grasa de los alimentos se encuentran en la sangre se distribuyen por el cuerpo dependiendo de la necesidad. Cuando tenemos una vida sedentaria, como nuestra necesidad de energía es baja, la grasa se acumula en zonas como los muslos, glúteos o abdomen, donde se forman los famosos michelines, sobre todo en el caso de las mujeres. Esto es por que las mujeres han de estar preparadas metabólicamente para procrear, nutrir un feto y alimentar al bebé. Así, un hombre normal, saludable, tiene una media de 10 y 15% de su peso en grasa mientras que el porcentaje de la mujer es de entre 18 y 25%.
Los lugares donde acumulamos grasa coinciden con las partes del cuerpo donde más sufrimos las consecuencias de la celulitis porque están directamente relacionados. Las mujeres, en este caso, también salimos perdiendo.
Cuando hacemos ejercicio, necesitamos energía y el cuerpo utiliza las reservas energéticas almacenadas en las zonas estratégicas. El ejercicio, por tanto, es básico para quemar grasa. Si además quieres combatir la piel de naranja, utiliza en tus entrenamientos las mallas de fitness anticelulíticas AppleSkin, con efecto adelgazante porque van reforzadas en zonas especialmente delicadas y te garantizan una piel más tersa y una ayuda para quemar grasa más rápidamente.
Me gusta, pero yo creo que el hombre también almacena en el abdomen.