Después del verano, muchas nos planteamos retomar una vida sana y nos proponemos empezar una dieta para rebajar esos kilos de más que se cogen durante las vacaciones. Pero en ocasiones nuestro empeño no da los resultados esperados y ponernos en forma parece misión imposible. ¿Qué está fallando? Hoy te traemos una selección de los errores más comunes a la hora de ponerse a dieta.
Existen algunas falsas creencias en lo que a perder peso se refiere. Si ves que algo no está funcionando es mejor que pares y te replantees la estrategia.
1. Es posible que el error en el que se cae más frecuentemente es el de saltarse alguna comida. Tendemos a pensar que si solo ingerimos alimentos un par de veces al día, adelgazaremos más rápidamente. Sin embargo, saltarse una comida supone llegar con más hambre a la siguiente. La organización es muy importante para que una dieta sea eficaz. Intenta comer siempre a las mismas horas y no te saltes comidas, así harás trabajar a tu metabolismo a lo largo de todo el día y lograrás regular tu nivel de hambre.
2. Uno de los errores más comunes es la tendencia a pensar que lo único que hay que cuidar para ponerse en forma es la alimentación. Sin embargo si solo nos centramos en la comida, descuidamos otros aspectos igual de importantes, como es el de hacer ejercicio. Parte del peso se pierde comiendo menos y otra parte gastando más con el ejercicio. El deporte es un pilar imprescindible para adelgazar y además tonificar el cuerpo y los resultados serán más visibles si además utilizas tus pantalones anticelulíticos AppleSkin para ejercitarte, por su efecto adelgazante y la acción del masaje que producen, que te ayuda a quemar grasa más deprisa.
3. Convertirte en una esclava de los productos light tampoco es una solución. Estos alimentos aportan mínimo un 10% menos de calorías que su producto entero. Pero solemos pensar que por tomar productos bajos en calorías podemos consumir el doble, con lo que acabamos tomando las mismas calorías que intentábamos evitar. Los productos light no adelgazan por si solos, nuestra figura no mejorará por el simple hecho de tomarlos.
4. Ser demasiado exigentes con los alimentos que consumimos también es un grave error que nos llevará a dejar de tomar algunos nutrientes que son necesarios para el organismo. Que estemos a dieta no significa hacer una lista de alimentos prohibidos sino comer variado en su justa medida. La carne, los lácteos o los cereales pueden combinar perfectamente con frutas y verduras en una dieta equilibrada.
5. Aunque no lo creas, la forma que tenemos de comer en clave en el éxito de una dieta. Si queremos mejorar nuestra digestión tenemos que aprender a disponer del tiempo necesario para cada comida. Comer sentado, con calma, masticando cada bocado el tiempo necesario y en unos horarios establecidos son otros de los consejos para establecer buenos hábitos de alimentación. Las horas, la frecuencia en la que comas y la forma en la que lo hagas puede afectar a tu metabolismo.
6. Un falso mito muy difundido es el que tiene que ver con el consumo de agua. Hay quien piensa que el agua engorda si la bebes durante las comidas, una afirmación totalmente falsa si tenemos en cuenta que el agua es un alimento acalórico, es decir, que no aporta calorías al cuerpo. Precisamente al contrario, el agua tiene muchos beneficios porque nos hidrata, nos depura y además, aumenta la sensación de saciedad, cosa que te vendrá muy bien si pretendes regular la cantidad de alimentos que comes.
7. Imposible que una dieta funcione si se trata de alguna de las llamadas dietas milagro, que restringe muchísimo el consumo de calorías o establece una serie de alimentos prohibidos. No te dejes engañar por las dietas que te prometen resultados inmediatos, pues te encontrarás con el temido efecto rebote: adelgazas muy rápido y al cabo de un tiempo recuperas más de lo perdido, por no hablar de los problemas que derivan de los desajustes extremos en el peso como la aparición de celulitis o de estrías.