Una de las cosas por la que nos encanta el invierno es porque arranca la temporada de deportes de nieve. Para muchos, no es solo hacer ejercicio sino también una excusa para hacer una actividad diferente, viajar y pasar un buen rato. Pero es que además de esto, deportes como el esquí o el snowboard queman muchísimas calorías sin que apenas te des cuenta.
Esquí, snowboard, descensos en trineo, big foot o snowbike son algunas actividades que te ofrecen las pistas españolas cuando empieza el invierno. Hacemos un repaso de las más interesantes y te contamos los beneficios que te reporta practicar cada una de ellas.
Esquí
Desde luego, es el deporte de nieve más practicado pero porque nunca pasa de moda. El esquí, en sus diferentes modalidades, es la actividad estrella para ganar firmeza en glúteos, piernas y cadera. Al tener que descender laderas manteniendo una postura concreta hace que los abdominales estén en tensión y trabajen. Los brazos también hacen su función ya que generalmente se practica sosteniendo unos bastones. Además, aumenta la resistencia física y algo que ocurre en todos estos deportes es que el aire de la montaña, libre de gérmenes, favorece la oxigenación de la sangre.
El esquí de fondo, menos intenso, requiere menos esfuerzo físico pero fortalece igualmente tus músculos y articulaciones y también se realiza trabajo aeróbico.
Snowboard
La sensación que se consigue es la de estar surfeando pero sobre nieve. Si no eres una profesional del snowboard ni tampoco del esquí, probablemente te caigas en numerosas ocasiones, pero más allá de frustrarte piensa que así también estás haciendo ejercicio. De hecho, el snowboard recreativo puede quemar hasta 650 calorías en una hora y si lo practicas de forma profesional hasta 1.200 calorías. Se suele decir que el esquí quema incluso más, aunque las cifras son similares. Además de ayudarte a mejorar tu coordinación, tonificarás las piernas, los abdominales y la espalda.
Big Foot
También llamado skiboard o snowblade es el deporte perfecto si quieres probar algo diferente en la nieve. Se practica sobre unas pequeñas tablas que a simple vista parecen esquíes de niños. Es un deporte divertido en el que puedes hacer diferentes trucos y maniobras porque los esquíes son muy manejables. No llevas bastones y, en general, tienen menos estabilidad. Con ellos puedes bajar pendientes a gran velocidad y son perfectos para liberar tensiones.
Raquetas de nieve
Si buscas una actividad menos movidita puedes probar con las raquetas especiales para andar por la nieve. Se trata de dar largos paseos por la montaña sin perder estabilidad. Por supuesto quemas calorías, igual que si paseas por tu ciudad, pero con el plus añadido de las subidas y bajadas de la montaña y la resistencia que ofrece la nieve, que requiere mayor esfuerzo, sobre todo del tronco inferior.
Snowbike
Como su propio nombre indica es algo así como utilizar la bicicleta en la nieve. Combina la técnica de la mountain bike con el snowboard. Este último es el caso del Snowbike, que surgió en los Alpes a mediados del siglo XIX como medio de transporte. La bicicleta tiene acoplados unos esquíes y se practica descendiendo laderas nevadas sobre una bici, alcanzando velocidades de hasta 100 kilómetros por hora. Como te puedes imaginar con este tipo de deportes extremos, quema muchas calorías y se fortalecen los músculos al esforzarse por controlar la postura.
Aunque cada uno de estos deportes requiere un equipo, te recordamos que puedes utilizar bajo cualquier pantalón los leggings anticelulíticos AppleSkin, con efecto adelgazante, plenamente transpirables, cómodos y que permiten todo tipo de movimiento. Son una ventaja extra para ponerte en forma en la nieve y además ¡irás aún más abrigada!