Todavía hay mucha gente que piensa que, si empiezas a hacer pesas, tus brazos se volverán voluminosos y musculosos. Hay muchos mitos que giran alrededor de este ejercicio. Sin embargo, las pesas aportan mucho más de lo que te imaginas. Tanto a tu cuerpo como a tu mente.

Beneficios de las pesas
Por un lado, las pesas nos ayudan a crear músculo magro, sin grasa. Con las pesas aceleramos nuestro metabolismo, nos ayuda a mejorar la postura corporal y definir el cuerpo. Hay estudios recientes que afirman que el levantamiento de pesas mejora la circulación de las hormonas de la felicidad y potencia la salud mental y la memoria.
Pero, además, este tipo de entrenamiento aumenta la producción de un neurotransmisor llamado norepinefrina que se encarga de moderar la respuesta del cerebro al estrés. ¡Casi nada!
El mito de siempre
Hay un mito muy común que gira en torno a las mujeres que practican pesas, y es que se piensa que con este ejercicio se obtendrá el cuerpo de una culturista. Pero nada más lejos de la realidad. Para ese nivel de músculo y fibra se necesita un entrenamiento intensivo durante mucho tiempo, con mucha carga y combinado con una alimentación muy específica.
Este es el principal motivo por el que apenas encontramos mujeres en la zona de pesas de un gimnasio. Un mito injusto y totalmente falso.
Ejercicios de pesas
Si vas a empezar a practicar con pesas lo mejor es que te pongas en manos de un profesional que te asesore sobre qué ejercicios son los más correctos para las zonas que quieras tonificar o para tus objetivos de fitness en particular. Algunos habituales son las sentadillas, el remo con mancuernas, el press banca, apertura con mancuernas o el peso muerto.
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