Mientras hay mujeres que acumulan grasas en la zona del abdomen, hay muchas otras que tienen tendencia a retenerla en la zona de los muslos y glúteos. Son zonas delicadas donde también suele aparecer celulitis. Si tu problema es la parte inferior de tu cuerpo, hoy te ofrecemos consejos para unas nalgas y piernas de acero.
Empecemos con los deportes y ejercicios perfectos para fortalecer muslos y trasero y acabar con la celulitis. Ponte tus pantalones de fitness AppleSkin, anticelulíticos y adelgazantes y ¡prepárate!:
Bailar: Es una actividad al alcance de todos, que puedes practicar en el gimnasio, con tus amigas o sola en tu habitación. Lo cierto es que la danza implica el movimiento de todos los músculos, especialmente los del tronco inferior. Los bailes latinos y africanos son muy enérgicos y los bailes inspirados en el ballet son tendencia así que solo tienes que elegir el tuyo.
- Caminar: Una caminata enérgica es efectiva como el running y lo bueno es que tus articulaciones sufren menos. Aprovecha cualquier oportunidad para caminar: pasa del ascensor, camina hasta tu trabajo, saca a pasear a tu perro más a menudo… ¡todo vale!
- Spinning: La bici es uno de tus grandes aliados para poner en forma tus piernas. Como la mayor carga la llevan las piernas los músculos trabajan intensamente y fortaleces el tren inferior. Además, con la llegada de la primavera ¿no te apetecen unos paseos en bici?
- Natación: Nadar es el deporte más completo, no solo para trabajar las piernas pero sí especialmente. Como sabes, el peso del agua hace que el esfuerzo que realices sea el doble aunque apenas te das cuenta, una ventaja que juega muy a tu favor.
Si hablamos de nutrición, hay algunos pasos que no te puedes saltar: Beber agua para evitar la retención de líquidos; elegir más proteínas en lugar de carbohidratos; reducir el consumo de sal y evitar el consumo excesivo de azúcar, tener siempre en la nevera frutas y verduras frescas y de temporada, ricas en vitaminas y minerales y por último, eliminar de tu dieta las grasas saturadas (fritos, rebozados…).
La rutina también es importante: puedes completar tus esfuerzos con la dieta y el ejercicio con duchas de agua fría en las zonas localizadas (favorece la circulación sanguínea) con masajes linfáticos en glúteos y muslos y con cremas reductoras.