¿Has oído hablar de la nutrigenética? Teniendo en cuenta que la salud de una persona depende de dos factores principales: genéticos y ambientales, es lógico que exista una ciencia que se preocupe por los condicionantes heredados.
La nutrigenética se ha desarrollado intensamente durante los últimos años, tras el descubrimiento del Genoma Humano hace algo más de una década. Las personas idóneas para someterse a los avances de la nutrigenética son aquellas con historia familiar de enfermedades definidas por la dieta: obesidad, cardiovasculares y neuronales.
Conocer nuestro organismo y ser conscientes de qué problemas, por genética, arrastramos nos ayudará, sobre todo a prevenir su empeoramiento. Aunque no podemos evitar ciertas dolencias, como por ejemplo la celulitis, sí podemos actuar sobre ellas y modularlas, en este caso, con dieta y ejercicio.
La nutrigenética estudia la relación entre los genes y las respuesta de nuestro cuerpo a los alimentos, nos ayuda a establecer cuáles son los hábitos más saludables y adecuados para cada uno de nosotros y revela información vital para contrarrestar tendencias genéticas negativas.
Los alimentos que ingerimos tienen múltiples sustancias biológicamente activas, muchas de las cuales pueden tener un potencial benéfico para la salud o en otros casos, ser perjudicial. De esta forma el estado de salud o enfermedad de una persona dependerá de la interacción de su genética y el medio ambiente con el que se relaciona.
Antes, las recomendaciones saludables ofrecían respuestas globales, para amplios sectores de población pero no soluciones personalizadas según el tipo de persona. Hoy en día, las dietas se individualizan y se tiene en cuenta las características genéticas del paciente.
Y es que la genética determina el 30% de nuestra respuesta a una dieta y el otro 70% depende de factores que podemos manipular para protegernos. Volviendo al ejemplo de la celulitis, podemos planear la dieta a seguir y el ejercicio a practicar y también emplear soluciones externas como la faja o las mallas AppleSkin, con efecto adelgazante y lo más importante, anticelulítico.
Aunque los expertos aseguran que la aplicación práctica total de la nutrigenética está todavía en proceso de desarrollo y que no se asentará hasta dentro de unos cuatro años, los avances científicos son muy rápidos y cada día aparecen nuevas técnicas para paliar los efectos de enfermedades hereditarias.