El veganismo no es una dieta para perder peso, es una opción vinculada a una filosofía de vida. La dieta vegana se basa únicamente en la ingesta de productos de origen vegetal, no consume animales ni productos directamente originados por ellos.
En una dieta vegana no solo se elimina la carne, por tanto, sino también los huevos, los lácteos… Hay quien pueda pensar que, de esta manera, se eliminan todos los alimentos considerados “menos sanos”. Si tú estás entre ellos quizá te lleves una decepción.

Es posible que no estés teniendo en cuenta que la carne y el pescado son los alimentos más saciantes. Es posible también que, al eliminarlos, aumentes la cantidad de pasta, de arroz o de legumbres para quedarte saciado. Aunque es evidente lo positivo que es incorporar frutas y hortalizas a la dieta no todo lo catalogado como vegano está libre de calorías. Las harinas y refinados también están presentes en muchos productos veganos y a nadie se le escapa que un plato de patatas fritas no es adelgazante.
Los frutos secos, por ejemplo, también son alimentos muy calóricos. Y muchos de ellos como las almendras y los anacardos son necesarios para que los veganos puedan conseguir las proteínas que necesitan para estar sanos. Y las “carnes” sustitutivas de la animal puede ser de todo menos natural.
El veganismo es una forma de pensar, utilizarlo con objetivos puramente estéticos no te ayudará. Lo más lógico es que, si pasas de comer todo tipo de alimentos a eliminar la mitad de ellos te canses enseguida y se pueda producir el temido efecto rebote.
Para adelgazar te recomendamos siempre llevar una dieta variada, con todo tipo de alimentos en las cantidades adecuadas. Te recomendamos también coger tus pantalones anticelulíticos y adelgazantes AppleSkin del armario y salir a hacer deporte.