¿Quién puede decir que no ha probado nunca la comida rápida? Aunque España es uno de los países donde menos se comen alimentos “basura”, su consumo ha aumentado en los últimos años. Conviene pararse a pensar qué estamos ingiriendo exactamente y qué consecuencias trae su abuso.
La llamada comida rápida o fast food la componen alimentos precocinados como las hamburguesas, pizzas, fritos o bollería industrial que solemos encontrar en las grandes cadenas especializadas en este tipo de alimentación. El mayor riesgo de la comida «basura» son las calorías ocultas que contienen que surgen de las grandes cantidades de grasa, hidratos de carbono o edulcorantes artificiales que llevan. Expertos del Consejo de Investigación Médica en Gran Bretaña hallaron que basta ingerir una porción mínima para subir los niveles de calorías en el cuerpo. Una comida «basura» tiene de una a dos veces más calorías que una cena tradicional.
La comida rápida suele aportan proteínas en cantidad pero tiene carencia de fibra, vitaminas, minerales y sodio, nutrientes necesarios en una dieta sana.
Aunque el consumo de este tipo de comida, en dosis reducidas y de forma no repetitiva no supone un riesgo para la salud, si se convierte en un hábito puede llegar a tener consecuencias muy negativas.
¿Qué peligros conlleva el abuso de «comida basura»?
– Abundancia de grasas y colesterol: Muchos de estos productos vienen acompañados de salsas a base de huevo, nata, mantequilla, manteca o aceites para fritura, productos que, en cantidad aumentan los niveles de colesterol en sangre.
– Energía innecesaria: Con una comida de este tipo al día ya se ingiere más de la mitad de energía diaria necesaria. Pero como probablemente no sea lo único que comemos en el día, la suma total de calorías es superior a lo debido, lo cual favorece al exceso de peso. Por ejemplo, una hamburguesa completa tiene entre 500 o 600 calorías, una ración de patatas fritas unas 400 calorías y un par de porciones de pizza aportan unas 350 calorías.
– El consumo habitual de comida basura se puede considerar como una adicción: Según un estudio publicado en la revista especializada FASEB Journal, las mujeres embarazadas que acostumbran a consumir estos alimentos inducen su tolerancia a sus hijos. Según esta investigación, la comida «basura» utiliza los mismos circuitos químicos que las drogas comunes (opio, morfina o heroína).
– Exceso de aditivos: Suelen emplear muchos aditivos para conservar el olor, color, sabor y textura. Por tanto, llevan añadidos conservantes, colorantes, antiapelmazantes, estabilizantes, etc.
– Indigestión: Debido a la gran cantidad de grasa que contienen.
– Enfermedades por exceso de grasa: A la larga pueden aparecer diversas dolencias como aterosclerosis, hipercolesterolemia, obesidad o celulitis.
Si te has pasado con la comida «basura» y, precisamente, has notado la aparición de celulitis y grasa acumulada ¡no tardes en ponerte al día con la solución!
Para ponerte en forma, son tres los pasos que debes recordar: pasarte a una dieta más sana, hacer algo de ejercicio y reforzar tu esfuerzo con complementos como las mallas anticelulíticas AppleSkin, con las que podrás hacer deporte, rebajar las grasas acumuladas y olvidarte de la celulitis.
Aunque no tienes por qué renunciar completamente a probar la comida rápida, es conveniente moderarse y reducir su consumo. Además, siempre puedes disfrutar de una hamburguesa o una pizza hecha en casa, con alimentos naturales, frescos y, sin duda ¡mucho más sanos!