Nadie puede negar que las semillas de chía son una auténtica revolución en el mundo de la alimentación saludable. En redes sociales no hay desayuno foodie que no las incorpore y se habla maravillas de sus beneficios. Pero, ¿son tan “milagrosas” como parecen?
Las semillas de chía han sido catalogadas como superalimento. Se trata de pequeñas semillas de color negro procedentes de la Chía o Salvia Hispánica, una planta herbácea procedente de América Central. Son una fuente nutricional rica en fibra y en proteínas vegetales, además de en grasa (de la que consideramos buena y necesaria). Aportan también vitaminas y minerales.
Es decir, las semillas de chía son un alimento completo que aportan gran cantidad de beneficios a nuestro organismo. Sin embargo, muchos de los que alaban las propiedades de esta semilla, prometen también que es adelgazante. La pérdida de peso pasa por prestar atención tanto a una dieta variada y saludable como a una rutina de ejercicios habitual. La pérdida de peso no puede deberse únicamente a la ingesta o no de un tipo de alimento. La chía es saciante pero no puede por sí sola hacernos adelgazar ni incrementar el tamaño de nuestros músculos o reducir el colesterol de nuestro cuerpo. Tampoco nos ayuda a quemar grasa abdominal ni a acelerar nuestro metabolismo.
Debemos basarnos en una premisa importante: que no existen alimentos malos ni alimentos buenos de por sí. Y, sobre todo, que no hay alimentos milagrosos. Lo interesante es incorporar estos alimentos con grandes propiedades en una dieta sana y equilibrada.
¿Cómo agregar las semillas de chía a tu dieta?
Es muy sencillo porque encaja a la perfección con muchos alimentos. Nosotros te recomendamos que lo incorpores al yogurt natural o mezclarlas con la leche para desayunar. Una buena combinación es añadirlos a una tostada con aguacate y queso fresco. Las semillas se pueden consumir crudas, tostadas o cocidas.
Y, recuerda, después del desayuno, sal a hacer ejercicio acompañada de los pantalones de fitness AppleSkin. ¡Una rutina de diez!