La pasión por el ejercicio y por sentirse sano no es una novedad pero a medida que van apareciendo nuevas técnicas y datos sobre la práctica del fitness también van surgiendo nuevos mitos sobre cómo ejercitarse. Hoy recogemos algunas mentiras que seguro que has escuchado alguna vez.
Hasta los primeros 30 minutos de ejercicio no empiezas a quemar grasa. ¿Qué crees que te hace perder más peso? ¿Media hora de ejercicio o de estar tumbado en el sofá? El mito dice que hasta que no se acaban las reservas de glucógeno que hay en tu organismo no se empiezan a quemar grasas y que esto ocurre cuando han pasado unos 30 minutos desde que has empezado con el ejercicio. Lo cierto es que el cuerpo está quemando energía a partir del primer minuto en que nos ponemos en movimiento, y por tanto restando calorías. Si quieres experimentar una buena manera de ayudarte a quemar grasas acumuladas prueba, mientras te ejercitas, los pantalones de fitness AppleSkin, con efecto adelgazante y anticelulítico.
- Hacer jogging acaba atrofiando las articulaciones. El jogging es una actividad completa y muy sana y no debes tener miedo de practicarlo. Está comprobado que quien camina de forma regular se protege de padecer artrosis. Lo que es cierto, por otro lado, es que si no estás acostumbrado a hacer este tipo de ejercicio y además padeces un exceso de peso, las articulaciones pueden sufrir más de la cuenta porque soportan mucha carga. Para que no ocurra la solución es ir con calma, empezar con paseos o actividades suaves y aumentar el ritmo a medida que tu cuerpo se vaya acostumbrando al ejercicio.
- Para quemar grasa de una zona concreta tienes que trabajar mucho esa zona. Es posible que este mito se haya producido a partir de un malentendido. Trabajar una zona en concreto, como puede ser el abdomen sí que produce efectos en ella pero en cuanto a mejorar su musculatura, no a perder grasa. Cuando el cuerpo está necesitado de energía de sus reservas recurre a la grasa de todo el organismo, sin discriminar una zona en concreto. Debes aprender a diferenciar ambos procesos.
Entrenar me da vía libre para comer lo que quiera. ¡Ni mucho menos! El ejercicio y la dieta sana y equilibrada deben ir de la mano. Una cosa es que te puedas dar caprichos de vez en cuando pero otra muy diferente es que descontroles tu alimentación. Eso no es positivo ni para tu salud ni para tu rutina en el gimnasio.
- Hacer pesas te “pone cachas”. Sí, coges algo de volumen si te ejercitas con pesas pero cuando tienes flacidez en los brazos es la gran solución. Las mujeres suelen estar muy preocupadas por ganar demasiado volumen y por eso son reacias a hacer ejercicios de tonificación con peso. Sin embargo, para tener los músculos que puede llegar a tener un hombre debería entrenar como una culturista y, probablemente, tomar anabolizantes. Tonificar con pesas mejora tu fuerza y tono muscular y, aunque no lo creas ayuda a quemar calorías.
No es bueno comer hasta dos horas después del ejercicio. El origen de este mito es que se sabe que el cuerpo, después de un entrenamiento intenso continúa quemando grasa durante unas dos horas después del ejercicio. Pero eso no significa que durante ese tiempo no puedas ingerir comida o bebida.
¡Olvídate de los cuentos que te han hecho creer y retoma la confianza en el ejercicio!