Aunque la palabra prehabilitación no te suene de nada, el concepto que guarda detrás es el típico dicho que has escuchado tantas veces de tu abuela y de tu madre “Más vale prevenir que curar”. Se trata de dejar tu cuerpo listo para afrontar el entrenamiento sin lesionarte.
No dejes que una lesión te estropee tu plan de ejercicio. Y más aún si es tan sencillo evitarlo. Y es que basta con desarrollar tu flexibilidad y estabilidad corporal para reducir las posibilidades de sufrir una lesión y para conseguir un rendimiento mayor.
Tiempo al tiempo
El factor tiempo es imprescindible para poner tu cuerpo a punto. En primer lugar, tenemos que ser responsables y sinceros con nosotros mismos, si no eres un atleta profesional tampoco intentes parecerlo, forzar la máquina nunca es la mejor opción. Además, el descanso es una garantía de salud, un cuerpo con carencia de sueño o sobreexplotado no tardará en dar señales de malestar.
Pilates: el ejercicio rey
En realidad, si haces pilates ya estás haciendo ejercicio, pero también estás contribuyendo a prepararte para otros de mayor impacto. El pilates entra en la categoría de lo que llamamos slow fitness, una alternativa saludable que deja de lado la intensidad del ejercicio y apuesta por la suavidad de los movimientos.
Ayuda a mejorar la postura corporal, los patrones erróneos de la musculatura y la estabilidad de las articulaciones. En cualquier gimnasio puedes encontrar clases de pilates y no necesitarás más de ropa cómoda, como las mallas anticelulíticas y adelgazantes AppleSkin, para practicarlo.
Los masajes no solo son para recuperarte
Hazte con unos tubos o rollos de espuma y unas bolas de masaje y ¡a relajar tensiones! Los masajes ayudan a eliminar viejas lesiones o dolores musculares que ya tenías y te permiten poner el contador de tu cuerpo a cero para afrontar nuevos retos deportivos. La idea es que relajes los músculos y amplíes su amplitud y movilidad. Eso sí, ponte en manos de un profesional.
El truco también está en la dieta
Ejercicio y dieta son dos elementos que van necesariamente unidos. Los antioxidantes de los alimentos limitan la acción de los radicales libres que se liberan al hacer ejercicio. Sabemos que no es una sorpresa para ti pero las frutas y las verduras son imprescindibles para este fin. Para fortalecer tus huesos incrementa los alimentos alcalinos y limita las cantidades de azúcar. Por último, para favorecer la recuperación muscular ayúdate de batidos de proteínas que incluyan aminoácidos.