Dicen que el desayuno es la comida más importante del día pero no es la única a la que hay que prestar atención. Acostumbrarse a seguir unas pautas durante la cena te ayudará a mantener tu peso equilibrado. Y no solo hablamos de evitar los atracones a última hora, una cena perfecta requiere seguir algunos trucos más.
1. No te saltes la cena. Sabemos que es una obviedad pero el primer consejo a tener en cuenta para lograr una cena perfecta es, precisamente, cenar. No pasa nada si algún día llegas al final del día sin nada de hambre pero no lo
conviertas en un hábito. Aun ingiriendo pequeñas cantidades, nuestro cuerpo hará la digestión y mantendremos nuestro metabolismo activo.
2. Como ya habrás escuchado muchas veces, las cenas deben ser, sobre todo, ligeras. Es recomendable consumir durante la cena entre un 20-25% de la comida del día (durante el desayuno se debe consumir un 25-30% del total, y durante el almuerzo entre un 35-40%) ¿La razón? Después de cenar no solemos realizar actividad física y al cuerpo no le da tiempo a quemar las últimas calorías que consumimos.
3. Combina diferentes alimentos: Que tengas que controlar un poco más está comida no quiere decir que tenga que ser aburrida. Puedes planificarte la cena para consumir en ella los nutrientes que no has tomado en otras
comidas durante el día. Combinar alimentos es mucho más motivador. Verduras, frutas y un pescado o carne cocinados de forma ligera son platos que nunca fallan por la noche.
4. Facilita tu digestión: Una digestión pesada a última hora puede hacer incluso que te cueste conciliar el sueño. Si hemos apostado por cenas ligeras, los alimentos que consumamos también tienen que ser de fácil
digestión. Ejemplo de ello podrían ser: cremas de verduras, sopas, gazpacho, revueltos o tortillas, alimentos cocinados a la plancha… Vamos, que evites las salsas, pasarte con el aceite y las grasas en general.
5. Los alimentos precocinados no te ayudan a ninguna hora del día pero menos por la noche. A veces es difícil no caer en la tentación cuando no te apetece “liarte en la cocina”. Pero tu cuerpo agradecerá ese pequeño esfuerzo por tu parte.
6. La hora también es importante para favorecer una buena digestión. Lo más recomendable es cenar al menos dos horas antes de que te vayas a dormir.
Si consigues hacer un hábito de cenar sano, tu peso se mantendrá equilibrado. Aunque por supuesto también depende del ritmo de vida que lleves durante el día. Algo de ejercicio y comida saludable son necesarias para mantenerte en forma.
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