Durante el embarazo, la mujer experimenta muchos cambios hormonales en su cuerpo y eso se traduce en afecciones y molestias que antes no nos preocupaban. La aparición de celulitis y de estrías es muy común en las futuras madres. Te contamos por qué se agrava la celulitis y cómo puedes prevenirla.
Hay tres motivos principales por los que, durante el embarazo, aparece o aumenta la celulitis y vemos como la piel de naranja afecta a nuestra piel. El primero de ellos es debido a los cambios hormonales y físicos que nos afectan, el aumento de peso durante la gestación a medida que va creciendo el bebé hace que los vasos sanguíneos se compriman, lo que influye directamente en nuestro sistema circulatorio y por tanto, favorece la aparición de estas afecciones. Por otro lado, es muy común que en el embarazo se retengan líquidos, lo cual hace que nos sintamos más hinchadas, además de ser una de las principales causas de aparición de celulitis.
Por último, no hay que olvidar que durante la gestación se produce la prolactina, una hormona que ayuda a preparar las glándulas mamarias para la lactancia. Tras el parto, la prolactina ayuda a iniciar y mantener la producción de leche materna, por tanto es una hormona básica para el desarrollo del bebé. Sin embargo, también estimula la formación de células grasas, lo que hace aumentar la retención de líquidos en los tejidos grasos.
Estos cambios hormonales y físicos se dan especialmente en las últimas semanas del embarazo, momento en que nuestro peso aumenta considerablemente y a más velocidad. Aunque la celulitis se pueda apreciar en muchas partes del cuerpo de la mujer como rodillas, brazos o caderas, en el embarazo se concentra generalmente en muslos, caderas y nalgas, las zonas que sufren más la dificultad circulatoria.
¿Cómo puedo evitar la aparición de la celulitis durante el embarazo?
Las afecciones de las que te hablamos están provocadas de forma natural por procesos corporales inevitables. El embarazo no es el mejor momento para realizar tratamientos drásticos contra la celulitis, pero si puedes controlar los factores que puedan agravar la piel de naranja. Para ello, lo más recomendable es apostar por tratamientos naturales. Es decir, mantener una alimentación sana basada en la ingesta de frutas, verduras y mucha agua. Evita las grasas y ganar peso excesivo y, si te encuentras con ánimos, puedes realizar ejercicio de forma suave.
Durante el embarazo y la lactancia no se recomienda el uso de cremas o parches anticelulíticos porque pueden contener principios activos que absorba el cuerpo y llegue al bebé. Sin embargo, una vez pasado esta etapa puedes volver a tus tratamientos habituales. Una buena manera de recuperar la forma después del embarazo y continuar tu lucha contra la celulitis es recuperar tus mallas anticelulíticas AppleSkin y lanzarte a la gimnasia posparto. Esto te ayudará a que el cuerpo se reorganice y todo vaya volviendo, poco a poco, a la normalidad.