Pasar de ir al gimnasio y organizar tu rutina deportiva a través de aplicaciones y monitores virtuales es cada vez más frecuente en una sociedad donde el tiempo vale oro.
En estos momentos hay cientos de apps para dispositivos móviles disponibles en las tiendas virtuales y dirigidas tanto a principiantes como a profesionales. Tienen usos tan variados como contar calorías, gestionar un plan de entrenamiento, medir la frecuencia cardiaca, planificar entrenamientos de running, abdominales, estiramientos, pilates, yoga, etc.
Por otro lado, la plataforma de vídeos Youtube y otras menos conocidas están repletas de vídeos de rutinas fitness que te invitan a entrenar desde casa. Por último, los gimnasios low cost han incorporado recientemente monitores virtuales para las clases dirigidas. Básicamente consiste en la reproducción de un vídeo en una gran pantalla donde un monitor te va guiando mientras realizas el ejercicio. De esta manera, los gimnasios de bajo coste ahorran en recursos.
Estos sistemas tienen ventajas e inconvenientes pero, si nos centramos en las primeras es importante destacar la autonomía que aportan. Con una aplicación móvil tú te marcas tus ritmos y tus horarios, son más económicas que contratar un entrenador personal (muchas de ellas son gratis) y son ideales para contabilizar tus avances con precisión. En cuanto a los entrenadores virtuales de los centros deportivos, la mayor ventaja es que nunca van a faltar a clase y no vas a encontrarte con imprevistos de última hora.
Por su parte, los contras que encontramos en este aspecto son algunos más. Principalmente cualquier monitor de gimnasio o centro deportivo o cualquier coach personal tiene un trato directo contigo, ve tu estado de forma y te propone cómo puedes mejorarlo basándose en tu nivel y rendimiento. Para una aplicación, solamente eres un usuario más y puede que el sistema de entrenamiento que te propone no es el más adecuado para ti y tus particularidades. En resumidas cuentas, es un asesoramiento poco o nada personalizado.
Por otra parte, las apps limitan tu sociabilización y, en muchas ocasiones el contacto con el exterior ya que desde casa puedes ejercitarte.
En el caso de las actividades grupales en el gimnasio, con un entrenador virtual vas a tener que adaptarte al ritmo que te marca el vídeo, la tarea se vuelve mecánica y has de tener en cuenta que aunque te expliquen qué ejercicio hacer, no van a supervisar cómo lo estás haciendo ni vas a poder expresar tus dudas durante el entrenamiento.
Nosotros te recomendamos que, cuando acudas a un gimnasio por primera vez, con tus mallas anticelulíticas y adelgazantes AppleSkin busques siempre un monitor real que te aconseje qué necesitas y cómo lograrlo. Una vez profesionalices tu técnica puedes apoyarte de los sistemas virtuales para completar tus entrenamientos.