Si estás pasando por una etapa de estrés debes saber que la alimentación que lleves puede convertirse en un gran aliado. Lo que comemos nos influye, no solo en el peso o el estado de forma sino en la salud y nuestro estado de ánimo. ¿Qué debes comer y qué debes evitar?
Uno de los síntomas más habituales entre las personas que padecen de estrés es que vienen acompañados de desórdenes alimenticios, es decir, en un breve periodo de tiempo pasan de comer a no comer nada, a hincharse con comida basura, a abusar de los dulces… Esto es lo que deberíamos tener en cuenta para no desviarnos de una dieta sana y equilibrada.
- Elimina de tus hábitos el consumo de bebidas excitantes como el café, el té o el alcohol.
- Reduce el consumo de azúcares refinados .
- Potencia el consumo de proteínas de pescado y legumbres y de carbohidratos complejos.
- Incorpora a tu dieta alimentos ricos en triptófano, un aminoácido relajante ya que aumenta los niveles de serotonina, responsable del sentimiento de felicidad. ¿En qué alimentos puedes encontrarlo? En los plátanos, la leche, las nueces, las almendras o la lechuga.
- Apuesta por los alimentos que incorporan vitaminas anti-estrés. Esta es la vitamina B5, que ayuda a regenerar hormonas y a crear anticuerpos para contrarrestar el desgaste hormonal, la vitamina B6, que interviene en el metabolismo de los nutrientes y la vitamina C, antioxidante que previene el envejecimiento celular.
- Introduce en tu dieta estos minerales: potasio, con el fin de evitar la acumulación de líquidos; zinc, antioxidante que refuerza la respuesta inmune y magnesio, considerado el mineral antiestrés por su papel en la transmisión del impulso nervioso.
Además de esto, recuerda cenar al menos dos horas antes de acostarte para descansar mejor y ten a mano siempre tus pantalones de fitness AppleSkin para combinar la dieta con un ejercicio frecuente, ¡no hay nada más liberador que hacer deporte!