¿Y si lo estabas haciendo mal desde el principio? Si, por mucho que te esfuerzas, no consigues que el ejercicio se nota es posible que tengas que plantearte nuevos hábitos. Y desde primera hora de la mañana. Un nuevo estudio concluye que ejercitarse por la mañana antes de desayunar aporta beneficios a tu silueta. Es el momento de cambiar tu rutina matinal y te contamos cómo hacerlo.

Una investigación llevada a cabo por las Universidades de Bath y Birmingham señala que, al realizar ejercicio en ayunas se tiene un nivel menor de insulina en la sangre y el cuerpo utiliza, para ejercitarse, la energía de las reservas de grasa. Es cierto que el grupo que se sometió a este experimento, un grupo de 30 personas, eran varones con sobrepeso, pero estos resultados podrían sentar las bases de una nueva forma de entrenamiento para todos.
No es la primera vez que los expertos respaldan el entrenamiento a primera hora. Más allá de que, al parecer, quemamos más grasa, esto nos activa para el resto del día. A efectos prácticos (y si eres una de esas personas que le cuesta hacer deporte) salir a correr, por ejemplo, a primera hora te permite tachar tu primera tarea del día. Además de ser motivador, es posible que nos ayude a establecer un hábito, una rutina diaria. ¿Cuántas veces te ha pasado que sales del trabajo tarde y cansada y en lo último que quieres pensar es en el ejercicio?
Con todo esto, parece que ponerse las mallas de fitness a primera hora y sudar la camiseta, es lo más adecuado.
¿Y qué desayuno después de entrenar?
Un desayuno saludable puede completar tu rutina matutina de la mejor forma. Cereales, fruta, leche y grasa “de la buena” es la mejor combinación después de hacer deporte. Un ejemplo puede ser un yogur con cereales integrales y frutos rojos, un puñado de nueces, una manzana. También puedes optar por introducir una rebanada de pan integral con pavo y aceite.
¿Serás capaz de cambiar tus hábitos?