Las redes sociales son una ventana abierta al mundo con un montón de posibilidades en distintas facetas de nuestra vida. Son fuente de inspiración, de ideas, de consejos… también en el sector del fitness. Pero ¿nos tenemos que fiar de todo lo que leemos?
Evidentemente no. Ya hablamos hace tiempo de que las búsquedas en Internet de dietas milagro no solo habían aumentado sino que, aquellas que más éxito tenían eran las más absurdas. Internet nos ofrece muchísima información pero es importante pasar un filtro.
Por un lado, es muy positivo inspirarse en muchos de los perfiles que vemos en redes sociales. Personas que trabajan por tener una vida más sana, comiendo adecuadamente y haciendo ejercicio. El problema llega cuando vemos a esas personas como gurús. ¿Por qué es peligroso? En primer lugar, porque lo que le funciona a un cuerpo no tiene que funcionarle a otro necesariamente (¡hay un factor genético que no compartes con la otra persona!) En segundo lugar, porque si nuestro objetivo es conseguir el cuerpo 10 de nuestro “gurú” probablemente acabemos frustrándonos.
No hay dos cuerpos iguales. Además, un entrenador lleva años formándose, normalmente con una gran disciplina. ¿Cómo puedes saber si el nivel de sus ejercicios es adecuado en tu caso? ¿O cuánto tiempo de entrenamiento ha dedicado para hacer lo que comparte? ¿O la alimentación que lleva más allá de lo que muestra a sus seguidores?
Quédate con la palabra “inspiración” y haz que sirva para motivarte a conseguir un cuerpo sano, unas piernas tersas y sin celulitis, unos glúteos tonificados… ¡sean cuales sean tus objetivos!
Aunque, sin duda, lo más peligroso de las redes sociales son aquellos perfiles que prometen resultados inmediatos. Es fundamental que el espectador sea crítico con lo que ve porque nadie consigue en pocas semanas tener unos abdominales perfectamente definidos. Nadie consigue en pocos días bajar de peso o muscular los brazos o resultados similares. Las consecuencias de creerte todos esos milagros son las lesiones, la frustración, el efecto rebote….
En el mundo del fitness no hay trucos, solo constancia, implicación y esfuerzo. Por tanto ¿cómo saber cuál es el entrenamiento que te funcionará mejor? Acude a un profesional, habla con él, cuéntale cuáles son tus límites y cuáles son tus objetivos. Estamos seguros de que siguiendo hábitos conscientes, coherentes y constantes los lograrás. Y, sobre todo, ¡cree en ti!