Piensas que tienes un trabajo sin riesgo porque te pasas el día sentado ante una pantalla de ordenador. Pero estar muchas horas diarias en la misma postura, con determinadas condiciones ambientales puede resultar, a la larga, peligroso.
El síndrome del oficinista o, como se llamaba en los noventa, síndrome de la oficina enferma, está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 1982. Lo definen como «el fenómeno que se presenta en ciertos espacios interiores no industriales y que produce, en al menos un 20% de sus ocupantes, un conjunto de síntomas tales como sequedad e irritación de mucosas, dolor de cabeza, fatiga mental e hipersensibilidad inespecíficas». ¿Te sientes identificado?

Posturas incorrectas
Esto es causado por la repetición diaria de una serie de patrones que nos afectan sin darnos cuenta: las posturas forzadas de espalda y cuello, pasar demasiado tiempo sentado y, por supuesto, el entorno de trabajo. La iluminación deficiente, el ambiente cargado, la temperatura (muy alta en invierno y baja en verano), el exceso de aparatos electrónicos, ruido… Todos ellos son factores que se sufren diariamente.
Se habla de que 1 de 4 trabajadores sufre el Síndrome del Oficinista. Pero ¿en qué se traduce? Los síntomas más típicos son dolores de cabeza, dolores musculares, de articulaciones, sequedad en las mucosas, picor de nariz y garganta, irritación de ojos y molestas gastrointestinales, entre otros. Muchos de estos síntomas desaparecen al rato de haber dejado la oficina.
Otra de las consecuencias de permanecer mucho rato en la misma postura es el agravamiento de la celulitis. Ante ciertas posturas nuestro sistema circulatorio se resiente.
Por último, comer en la oficina diariamente puede hacerte ganar peso ya que no dedicas tiempos suficiente a comer y, muchas veces, tampoco podemos preparar previamente comida saludable.
¿Cómo podemos hacer frente a este síndrome?
- De cada 40 o 50 minutos sentado, levántate otros 10 y estira las piernas.
- La postura es muy importante, coloca tu ordenador, tu silla y tus elementos de trabajo a tu alcance para evitar realizar posturas forzadas.
- Dedica unos minutos a descansar los ojos.
- Trabaja tu respiración
- Planifica las comidas con antelación y evita snacks, refrescos y un exceso de café.
- Realiza ejercicio a la salida de la oficina y lleva contigo tus pantalones anticelulíticos y adelgazantes de AppleSkin.
- Tómatelo con calma, el estrés generado por este tipo de trabajos también pasa factura.