El estrés y la ansiedad son, sin duda, los males de nuestra época. Los desafíos del día a día, el trabajo, las redes sociales, las tareas más cotidianas… todo junto puede generar tensión tanto física como emocional. ¿Nos puede hacer engordar el estrés y la ansiedad?
El estrés no es bueno ni es malo, nos hace mantener una actitud de alerta ante ciertas “amenazas”. El problema es que este estrés se alargue en el tiempo. En realidad debemos considerar la ansiedad como una consecuencia más grave del estrés. Una manifestación de estrés repetitiva que aparece incluso cuando el factor estresante ha desaparecido. Esto nos bloquea mentalmente y produce ciertos desajustes a nivel físico: mareos, náuseas, palpitaciones…
El año pasado, los laboratorios Cinfa concluyeron que más de 12 millones de ciudadanos en España sufren estrés habitualmente. Y, por otro lado, el dato de sobrepeso que afecta a la población de nuestro país es preocupante: más del 60% de la población según la Revista Española de Cardiología. ¿Cómo podemos relacionar estos datos? ¿Por qué decimos que el estrés y la ansiedad nos pueden hacer ganar peso?
En primer lugar porque pueden modificar nuestros hábitos de alimentación, por ejemplo, aumentando el consumo de azúcar, lo que nos proporciona placer momentáneo.
Por otro lado, cuando nos encontramos ante una situación de estrés solemos dormir menos y descansar peor. La consecuencia es que nuestras hormonas se ven alteradas y mermada nuestra sensación de saciedad. Inevitablemente comeremos más cantidad de comida, lo que favorece un aumento de peso.
Una de las recomendaciones que más apoyan los expertos es practicar deporte. Tanto aquellos que nos exigen un gran esfuerzo físico (correr, nadar, practicar ciclismo…) como los que nos ayudan a relajarnos y a escuchar nuestro cuerpo (yoga, pilates…). Ambos harán que descargues tensión y apartarán de tu mente lo que te preocupa por un tiempo, además de contribuir a descansar mejor. Siempre acompañada por la comodidad de tus pantalones de fitness AppleSkin. Por supuesto, si tu caso es más grave es importante que consultes con un profesional de la salud, cuidar la salud mental es tan importante como cuidar la salud física.