A medida que la sociedad se conciencia con una alimentación saludable surgen aplicaciones móviles que nos ayudan a tener una vida más healthy. Entrenadores personales virtuales, aplicaciones que contabilizan tus pasos, que calculan las calorías que consumes… Hasta la tecnología ha llegado a la cosmética textil. Desde hace algún tiempo, estas plataformas te ayudan a decidir qué productos concretos introducir en tu carrito de la compra. Vivimos el boom de las apps que analizan tu comida: ¿son realmente útiles?

Estas aplicaciones como Yuka, El CoCo o MyRealFood funcionan a través del escaneo de los códigos de barras de los productos que se encuentran en los principales supermercados para indicarte si son o no saludables. Basan su recomendación en criterios como la cantidad de azúcar añadido o las grasas que incorporan los alimentos, además de los aditivos. Las apps establecen, así, una puntuación según la conveniencia a o no de consumir esos productos.
Luces y sombras
Aparentemente, estas aplicaciones son de gran utilidad para hacer una compra de lo más saludable. Sin embargo, la OCU y otras organizaciones llaman la atención sobre la inexacta información que ofrecen estas plataformas. Los nutricionistas advierten de que estas apps no educan al consumidor sobre una alimentación variada y sana sino que contribuye a la desinformación, sin revelar los estudios en los que se basan para sus clasificaciones, además de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria)
Los expertos también critican que este tipo de apps valoran como malos los productos que llevan aditivos y buenos los productos con etiqueta eco. Pero esta valoración no es del todo fiable ya que los primeros no son perjudiciales per se y los segundos no necesariamente son sanos. Todo ello puede llevar a error y a fomentar la llamada quimiofobia.
Por tanto, sí son útiles para ayudarnos a comprender el tipo de producto que estamos comprando y su composición. Pueden ser una buena referencia y útiles a modo orientativo, pero es la educación en nutrición y el sentido común lo que nos hace comprender si estamos ante un producto saludable o no. Por tanto, es importante no obsesionarse a la hora de hacer la compra.