Como suele ocurrir, no todo es blanco o negro, aunque el azúcar es el enemigo público cuando se trata de dietas, también puede tener un impacto positivo en nuestra salud.
“El azúcar cuanto más lejos mejor”. Eso parecen decir organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud) con respecto al consumo de azúcar reduciendo las cifras de azúcar diario a 25 gramos al día para un adulto. Y es que el consumo en exceso del azúcar puede tener consecuencias muy negativas.
Por un lado, los excedentes de azúcar en nuestro cuerpo son convertidos por la insulina en grasa, por ello un abuso del azúcar puede producir sobrepeso u obesidad, su consecuencia más conocida. Pero además se dice que otras consecuencias podrían ser: el envejecimiento prematuro, la disminución de la capacidad de construir músculo, el aumento de la fatiga, padecer diabetes, enfermedades cardíacas, etc.
A pesar de todo esto, son muchos los profesionales que consideran que el azúcar tiene una mala imagen inmerecida y que es necesario para nosotros, sobre todo por su función de inyectarnos energía. El azúcar es un carbohidrato que está presente como nutriente natural en muchos alimentos como las frutas y que goza de muchos beneficios que la hacen imprescindible en nuestro día a día, aunque sea en pequeñas cantidades:
- Es fundamental para la contracción muscular, necesaria para la realización de ejercicio físico.
- Los carbohidratos garantizan el buen funcionamiento del cerebro.
- Funciona como combustible para las células del sistema nervioso.
- Es nuestra principal fuente de energía.
El problema es que gran parte de los azúcares que se consumen hoy en día están «escondidos» en alimentos elaborados que generalmente no se consideran dulces. El próximo mes de diciembre entra en vigor una nueva ley que obliga incluir en el etiquetado de todos los alimentos información nutricional sobre su contenido en azúcar.
Pero además de esto, si quieres evitar consumir más azúcar de la indicada puedes seguir estos consejos:
Deja a un lado las bebidas gaseosas como los refrescos.
- Opta por lo natural y rechaza la comida envasada.
- Incorpora proteínas y/o grasas vegetales a cada alimento. Esto contribuye a controlar los niveles de azúcar.
- Añade especias a los alimentos como la nuez moscada o el orégano, que hacen que, al endulzar ligeramente los alimentos alejemos nuestro antojo de azúcar.
- Lee las etiquetas. Acostúmbrate a informarte sobre lo que consumes.
- Tomar mucha agua. La ingesta de agua ayuda a eliminar la sensación de que necesitas algo dulce.
Aún con todo esto, si eres de las que no perdonan el postre pero también se preocupan por su figura, siempre puedes optar por el deporte. Con un poco de ejercicio al día te puedes permitir ciertos caprichos, eso sí, siempre acompañada de tus mallas de fitness anticelulíticas AppleSkin, que te ayudan a quemar grasa y además tienen un extraordinario efecto adelgazante.