Pasar el día sentados en la oficina o delante de la pantalla del ordenador sin que apenas nos podamos mover y mantener determinadas posturas durante mucho rato hace que tengamos que soportar una carga física importante, un esfuerzo estático que puede provocar lesiones o dolores. Si además, cuando llegamos a casa, estamos cansados y nos relajamos en el sofá, contribuimos a una vida sedentaria y poco saludable para nuestro cuerpo. Por eso, ¿por qué no aprovechar el tiempo en el trabajo para hacer estiramientos y algún ejercicio sencillo?
Aunque en la oficina no puedas ponerte a correr o a hacer piruetas, la idea es que a base de movimientos sencillos puedas realizar estiramientos para activarte, aliviar el estrés, quemar calorías, y a relajar cuerpo y mente. Según un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, hacer ejercicio de forma habitual ayuda a ser más productivos en el trabajo y disfrutar de mejor ambiente laboral. ¿Qué ejercicios puedes hacer en la oficina?
• Para evitar que los músculos estén rígidos o entumecidos, empieza por estirar cuello, brazos y piernas mientras estés sentada. Contrae tus abdominales y los glúteos durante unos segundos y después relájate. Mueve tu cabeza hacia adelante y hacia atrás, hacia un lado y hacia otro y estira el cuello; sacude tus muñecas y mueve los hombros haciendo círculos. Repite esta serie de ejercicios cada poco tiempo, sin necesidad de levantarte de la silla.
• Ya te aconsejamos en una ocasión que lo mejor que puedes hacer si pasas mucho tiempo en la misma posición, es que pares al menos cada hora, te levantes y estires las piernas. Estar sentada mucho tiempo hace que la temperatura local aumente (entre la pelvis y la cadera), esto hace que la sangre fluya más lentamente y por ello facilita la aparición de celulitis. Lo mejor es que coloques objetos necesarios fuera de tu alcance, como el teléfono o la fotocopiadora, y obligarte a levantarte para llegar hasta ellos.
• La espalda es lo que más suele resentirse en estos casos así que, si tienes la suerte de tener un despacho propio y sabes que nadie te va a molestar puedes aprovechar tiempos muertos para apoyarte en la silla y hacer sentadillas manteniendo la espalda recta, o ejercicios abdominales tumbada en el suelo y con las piernas elevadas.
• No te quedes en la oficina a comer, aprovecha tu espacio de tiempo del almuerzo para salir y estirar las piernas. Aléjate del aire cargado de los espacios cerrados y respira aire fresco de la calle. Si tienes bastante tiempo libre a la hora de comer puedes incluso acercarte al gimnasio. Es recomendable tener ropa cómoda en el trabajo para optimizar tu tiempo y evitar pasar por casa y acomodarte. ¡Ten siempre a mano unas zapatillas deportivas y tus pantalones de fitness AppleSkin!
• En la medida de lo posible, ve a trabajar en bici o caminando y en la oficina evita los ascensores y utiliza siempre las escaleras.
Recuerda que cada vez se incrementan más las afecciones músculo-esqueléticas y se cree que es debido a la soportar de forma prolongada determinadas posturas de trabajo. No se trata de convertir tu oficina en un gimnasio, pero sí de adaptar un ambiente en el que pasas muchas horas en un lugar que te permita realizar actividades saludables para evitar problemas futuros.