¿A qué actividad dedicas la mayor parte de tu día a día? Probablemente sea a tu trabajo. No todas las profesiones son iguales y hay algunas que nos exigen esfuerzos físicos o nos hacen permanecer mucho tiempo en la misma postura. Por eso, según en qué trabajes es más conveniente realizar uno u otro ejercicio.
Las posturas que adoptamos influyen en nuestros músculos y en nuestra salud articular. Mantenerse mucho tiempo en una postura incorrecta, sedentaria o forzada acaba provocando que el cuerpo se resienta y se desarrolle desequilibrios musculares, dolores corporales, problemas circulatorios, etc.
Como en nuestro trabajo no podemos evitar esta situación, la solución es contrarrestar estas posturas con actividades alternativas. Por ejemplo, si estamos mucho tiempo sentados, lo mejor es que nos movamos un poco cuando acabemos nuestra jornada laboral.
Hay dos maneras con las que podemos contribuir a sentirnos mejor: preparando nuestro cuerpo para esos gestos cotidianos y compensándolos con actividad física.
Si te dedicas a alguna actividad que te planteamos a continuación párate a comprobar qué tipo de entrenamiento te vendría bien:
- Puestos con alto grado de responsabilidad:
Una gran responsabilidad suele generar estrés y tensión, que a su vez pueden tener efectos secundarios como la hipertensión o el sobrepeso. Siempre hemos hablado de que una buena forma de canalizar el estrés y deshacerse de él es el ejercicio físico que te relaja y libera tensiones. Si este es tu caso, los ejercicios al aire libre son muy recomendables pues el contacto con la naturaleza nos llena de motivación. Piensa en actividades individuales, donde no exista competitividad y donde seas libre para marcarte tu propio horario. Si quieres liberar adrenalina, los ejercicios de combate pueden ser una buena opción.
- Oficinistas, conductores o profesiones que exigen pasar mucho tiempo sentados:
Estar en la misma posición mucho rato desencadena desequilibrios en los músculos y cargas posturales excesivas lo que puede provocar que estos se atrofien y degeneren. La columna suele sufrir especialmente. No cometas el error de irte al gimnasio después de trabajar y hacer máquinas, donde prácticamente vas a adoptar la misma posición. Realiza ejercicios de pie o que incluyan movimientos como sentadillas o zancadas. La idea es poner en marcha toda o casi toda la musculatura del cuerpo. Para estabilizar la columna puedes optar por hacer running o elíptica.
- Camareros, dependientes de tienda o profesiones que exigen pasar mucho tiempo de pie:
La circulación es una de las mayores damnificadas en este tipo de profesiones donde prácticamente nos pasamos la jornada de pie, pues el retorno venoso de la sangre al corazón es muy costoso. La retención de líquidos, la celulitis y las varices son problemas derivados directamente de la mala circulación.
Para favorecer el retorno venoso, es decir, ayudar a que la sangre pueda circular fácilmente desde el tren inferior es importante escoger actividades que no supongan impacto como montar en bicicleta o la natación. Los ejercicios de fuerza son interesantes mientras se mantengan intensidades moderadas. Para prevenir la aparición de la piel de naranja puedes optar por llevar al trabajo la faja anticelulítica AppleSkin, compuesta por cristales bioactivos y que además de prevenir la celulitis moldean tu figura. Por el contrario, ayúdate de las mallas anticelulíticas de AppleSkin con efecto adelgazante cuando vayas a hacer deporte.
- Transportistas o trabajadores de la construcción:
¿Tu trabajo te obliga a mover grandes cargas? Posiblemente tu columna acabe sufriendo. Lo que hay que hacer es reforzar los músculos del abdomen, que sirven como protección natural de la columna. Ejercicios de estabilidad como planchas, extensiones de cadera o ejercicios que desafíen la estabilidad lumbar son entrenamientos para trabajar el core al completo y reforzar la zona abdominal.