El hábito de hacer ejercicio fracasa en muchas ocasiones porque nos hemos lanzado a practicar un deporte que no es el adecuado para nosotros. Según el estado de ánimo que presentamos en cada momento nos conviene más un tipo de ejercicio u otro. Pensar antes de actuar es un buen truco para no abandonar a la primera.
Dime cómo te encuentras y te diré cómo debes ejercitarte:
“Tengo ansiedad”
Si tienes ansiedad lo mejor es que trates de reducir los niveles de adrenalina y de las hormonas que generan estrés. El yoga es una actividad muy recomendable para esto porque te ayuda a aumentar los niveles de serotonina. Bienestar y tranquilidad son los resultados que te aporta el yoga.
“Estoy depre”
Si estás de bajón es probable que no te apetezca derrochar energía en alguna actividad que requiera mucho esfuerzo. Para activar tu cuerpo poco a poco puedes optar por caminar, dar un largo paseo que estimule el riego sanguíneo y el cerebro. Además, contribuirás a tonificar tu cuerpo y si lo tomas como costumbre te sentirás mucho mejor. Si lo haces con alguien mucho mejor porque, como dice el dicho, “las penas compartidas son menos penas”.
“Me siento solo”
¡Pues deja de estarlo! Si no puedes relacionarte con la misma gente de tu entorno que antes busca nuevas amistades. Apúntate a algún deporte grupal o ve al gimnasio. Las actividades en grupo te hacen formar parte de un equipo y son una inyección importante de motivación, autoestima y confianza. Hay montones de ofertas donde elegir y, si no te atreves de momento a dar el paso, prueba con las clases dirigidas de los gimnasios, un buen primer paso para fomentar nuevas relaciones.
“Mi autoestima está por los suelos”
Muchas veces esto ocurre porque sientes que no avanzas en determinados aspectos de tu vida, por ese motivo necesitas realizar una actividad en la que notes los cambios en un breve periodo de tiempo. El entrenamiento de resistencia, por ejemplo, las pesas no solo te permite ejercitarte sino también comprobar tus avances. Te pondrás en forma gracias a tu esfuerzo, y eso es motivo para sentirte orgullosa.
Si cada día es para ti una maratón y el trabajo y los quehaceres diarios se te amontonan, es momento de liberar todo ese estrés acumulado. ¿Has pensado alguna vez en practicar boxeo? Es tan simple como liberarte a base de golpes. La explicación científica es que, con esos movimientos, liberas endorfinas, la llamada hormona de la felicidad, lo que te hace olvidar los problemas, aunque sea por un rato.
Tengas el estado de ánimo que tengas, si quieres añadir un complemento motivador a tus sesiones deportivas, puedes hacerte con unos leggings de fitness Appleskin, anticelulíticos y con efecto adelgazante. ¿Por qué mejorarán tu humor? Muy fácil: porque sientan fenomenal por su efecto compresor, son cómodos, elásticos y versátiles y combaten la piel de naranja sin que tengas que hacer ningún esfuerzo extra.