El verano está llamando a nuestras puertas y las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Por muy lejos que te vayas no te olvides en casa de los hábitos saludables ya que el verano es la peor época para bajar la guardia ¿Relajarte, desconectar y seguir manteniéndote en forma? ¡Claro que es posible!
¡Qué bien sientan los cambios de aires! Pero no solo a ti, también a tu dieta y a tu ejercicio. Si tu destino es la playa tienes que saber que además de un sitio bonito donde puedes relajarte es también un paraíso para tu bienestar al que puedes sacar mucho partido. El contacto con el aire libre, el sol o el agua mejora el estado de ánimo, la oxigenación y la eliminación de toxinas.
De hecho, la playa es uno de los lugares más idóneos para practicar actividad física. Caminar por la arena, por ejemplo, multiplica los efectos positivos cardiovasculares, se estimula el flujo sanguíneo y por tanto favoreces la circulación de las piernas combatiendo esa celulitis de la que es imposible olvidarse, sobre todo en verano. Si además te haces con unos pantalones anticelulíticos AppleSkin con efecto adelgazante y plenamente transpirables, este verano lucirás unas piernas suaves y tersas. Y no se te ocurrirá una forma mejor de broncearte que dar largos paseos por la playa. Y es que la vitamina D que te llega a través del sol te ayuda a evitar el riesgo de sufrir osteoporosis.
Pero aún hay más:
Es bastante imperceptible pero debido a la arena, a la hora de correr o caminar por la playa haces más esfuerzo. Agradéceselo porque estarás quemando más calorías sin apenas enterarte. Al mismo tiempo, ejercitas la musculatura de tus piernas y glúteos evitando la flacidez y no te olvides del relajante efecto masaje que produce el oleaje.
Eso sí, si eres más de deportes en grupo siempre puedes optar por un partido de volley playa, de fútbol, una sesión de palas o apuntarte a talleres de yoga o aeróbic que llenan las playas en verano.
Tampoco puedes dejar de lado la dieta en tus vacaciones, sobre todo teniendo en cuenta que es en esta época cuando nos damos más caprichos de los que deberíamos. Que no cunda el pánico, todo se basa en una buena planificación. Hay muchos platos que puedes incorporar a tu rutina este verano y que te alejarán de los aburridos platos invernales. Llena tu mesa de color con ensaladas variadas (que no falte el tomate), fruta fresca como la sandía y el melón (con gran cantidad de fibra y agua), alimentos que contengan vitamina A como el pomelo, el brócoli o las espinacas que retrasan el envejecimiento de la piel, zanahoria (ideal para tu bronceado), zumos de pepino o apio, de fresa y plátano, de melocotón y pera… (¡cuidado con el azúcar extra que les pones!) y no te olvides del agua a cualquier hora.
Y, ahora, por fin, te mereces un descanso. No te sientas culpable por relajarte en tus vacaciones, el descanso es esencial tanto para la recuperación y crecimiento muscular así como para tu bienestar global. Recupera el tiempo de descanso todo lo que puedas porque es uno de los mejores antídotos contra el estrés, la ansiedad y, por supuesto, el agotamiento ¡Y como nueva!
Estoy deseando poder ir a la playa para hacer y cuidarme como dices!!! Me gusta