Las calorías miden la energía que aportan los alimentos al organismo pero no se puede medir si un alimento es sano o no por las calorías que tiene. ¿Es necesario pasarnos el día sumando números?
La respuesta es no. Muchos expertos nutricionistas consideran que si lo que quieres es seguir una dieta sana y equilibrada contar las calorías de todos los alimentos que consumes a lo largo del día es una pérdida de tiempo. Especialmente porque no todo el mundo sabe interpretar qué hay detrás de las calorías de un alimento.
Esto significa que si tomamos al día alimentos que suman muchas menos calorías de las que gastamos adelgazaremos, sí ¿pero a qué precio? ¿qué nutrientes estamos dejando de consumir? No todas las calorías (unidades de energía) son iguales y nuestro organismo sabe diferenciarlas. El cuerpo descompone calorías de forma diferente si se trata de hidratos de carbono o de proteínas. Por ejemplo, los hidratos se descomponen rápidamente y por eso los usamos como energía directa cuando vamos a hacer ejercicio. De hecho, si no nos movemos, esa energía se almacena como grasa.
Tampoco es lo mismo comer alimentos cocinados que sin cocinar. Según los estudios las proteínas cocinadas aportan entre un 10 y un 20% más calorías que las crudas. Y también debemos tener en cuenta la forma de cocinar los alimentos, los fritos siempre te aportarán más calorías que los alimentos hervidos, por ejemplo.
Calorías vacías y calorías llenas
El concepto de calorías vacías se aplica a alimentos que aportan muchas calorías pero que tienen muy pocos nutrientes o ninguno, como el alcohol u otros productos muy azucarados. Las calorías llenas, por su parte, son alimentos que a pesar de que sí aportan mucha energía también suministran muchos nutrientes como, por ejemplo, los frutos secos.
Un ejemplo: para ganar medio kilo hay que tomar 3.500 calorías por encima de nuestra ingesta habitual, que no es poco. No te obsesiones por ingerir el menor número de calorías posible. Tomar alimentos que equivalen a menos de 1.200 calorías al día pone en alerta al cuerpo, que entiende que hay que ahorrar energía y almacenar grasa. El metabolismo se ralentiza y no quema energía tan rápidamente.
No pienses tanto en las calorías y céntrate en tomar alimentos saludables y, si algún día te pasas un poco, siempre puedes ponerte tus pantalones de fitness AppleSkin, anticelulíticos y adelgazantes y contrarrestar esos excesos puntuales.