El final del verano se acerca y toca volver a la rutina y para muchas personas esto supone un reencuentro con el gimnasio. Si durante las vacaciones has abandonado el buen hábito de hacer deporte y además sientes que has ganado unos kilos de más te recomendamos que estés atenta a estos consejos para volver a la normalidad sin contratiempos ni lesiones.
Según un estudio la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en verano “se pierden los buenos hábitos que se llevan el resto del año” y se tiende a aumentar de peso alrededor de dos o tres kilos de media. La operación bikini se olvida con facilidad y el gimnasio, el deporte y la dieta se dejan de lado.
Así que cuando llega septiembre todo son prisas por retomar la actividad, perder la grasa acumulada y retomar la forma. Son muchos los que eligen ejercicios que no se adaptan a sus objetivos, caen en la trampa del sobreentrenamiento o practican técnicas demasiado exigentes.
Los errores más graves que suelen cometerse son: no marcarse objetivos y metas, pasar más de 90 minutos entrenando, aumentar los ritmos de ejercicio de forma repentina, no estirar ni hidratarse correctamente o no respetar el descanso entre sesiones. No dejes que el entusiasmo te juegue una mala pasada y márcate un buen plan de entrenamiento.
¿Cómo retomar las costumbres saludables?
– Lo primero que tenemos hacer es realizar una serie de rutinas de adaptación, es decir, series de ejercicios de baja intensidad, para no forzar los músculos en un primer momento ni sobrecargarlos.
– Los estiramientos y el calentamiento previo al ejercicio es muy importante, ya que activarán nuestra circulación y prepararán los músculos para el ejercicio posterior.
– Tenemos que retomar la actividad de forma suave y progresiva, primero en periodos más cortos de tiempo para luego ir aumentando minutos e intensidad.
– Marcarnos unos objetivos que podamos cumplir es esencial para no sufrir contratiempos indeseados. Al principio basta con ejercitarnos dos o tres veces a la semana durante una hora aproximadamente. Muchas personas comienzan acudiendo cinco días a la semana pero el 60 o 70% lo deja dos meses después.
– Un compañero de fatigas nos puede ayudar a no abandonar el trabajo y estar más motivados para ir al gimnasio.
– La actividad que escojamos también es importante: debe estar acorde con nuestras capacidades y nivel de resistencia así que lo mejor que puedes hacer es consultar con los monitores qué ejercicios te convienen más.
– Seguir una alimentación sana y equilibrada, no por estar haciendo ejercicio podemos darnos la libertad de comer lo que se nos antoje. Recuerda que debes consumir hidratos de carbono y grasas para tener la energía necesaria, y además, proteínas para desarrollar y mantener la masa muscular.
– Cuida el equipo y renueva tu vestuario si está desgastado o en malas condiciones. La ropa que llevemos es importante para sacar el mayor partido a nuestro ejercicio. Si todavía no las tienes, te recomendamos que te hagas con unas mallas anticelulíticas AppleSkin, una opción perfecta para tu nueva temporada de gimnasio. Además, el efecto masaje que producen con el movimiento de tu cuerpo te ayuda a quemar grasa y a luchar contra la celulitis, un problema que afecta aproximadamente al 90% de la población femenina.
Y sobre todo, recuerda que la motivación es muy importante para volver a empezar. El “mañana empiezo” es la excusa perfecta para los que nunca dan el paso. ¡Ánimo!