Si quieres que tu cuerpo tenga la energía suficiente para enfrentarse a una rutina deportiva, tendrás que alimentarlo correctamente. No todo vale, pero hay algunos alimentos que puedes comer antes de hacer deporte y que te ayudarán a rendir más y mejor. ¿Cuáles son nuestros aliados pre-entrenamiento?
Lo más adecuado es buscar alimentos con un alto nivel de carbohidratos de absorción lenta. Estos te ofrecerán el aporte energético necesario, que se irá liberando paulatinamente. Así, aguantarás correctamente durante toda la sesión. Además, si cuidas tu alimentación podrás evitar calambres y las agujetas.
Pero ¿cuándo debemos ingerir estos alimentos? Los expertos recomiendan hacerlo entre una y dos horas antes de hacer ejercicio para no sentirte pesado tras la ingesta.

Lista de alimentos recomendados
Plátano, yogurt griego, queso batido, cereales, batidos de frutas y de verduras de temporada, aguacate, col, frutos secos, etc. Entre los alimentos más habituales entre los deportistas de élite encontramos pollo con arroz, pasta con tomate y verduras, huevos revueltos, pavo y patata cocida.
Beber agua antes del entrenamiento
Otra de las preguntas habituales es la relativa a si es conveniente beber agua antes de entrenar. La respuesta es sí, para obtener la cantidad de electrolitos suficiente y evitar la deshidratación. Esto es especialmente importante en los meses de verano, en los que tendrás que vigilar también tu ropa deportiva. El calor unido al ejercicio puede hacernos perder agua a través de la sudoración.
Eso sí, no te llenes de agua de golpe, la ingesta debe realizarse de forma repartida. Si el entrenamiento es prolongado y exigente también puedes beber, durante la sesión, alguna bebida deportiva isotónica para reponer glucógeno muscular.
Después del ejercicio
Tras haber realizado un esfuerzo importante es necesario reponer la energía que hemos ido consumiendo en el entrenamiento. Para ello, lo más eficaz es tomar hidratos de carbono de rápida absorción, es decir, aquellos que incrementan los niveles de azúcar en la sangre de forma más rápida. Aunque no es conveniente abusar de ellos, para estos momentos son aconsejables, pues los músculos están más receptivos para captar glucosa y rellenar sus reservas de energía, lo cual mejora nuestra recuperación.