La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, y es muy importante cuidarla. Con el paso del tiempo y el ataque de los agentes contaminantes puede perder fuerza, elasticidad y brillo. Pero ahora puedes cuidarla desde dentro . ¿Cómo? Con una alimentación adecuada.
No te vuelvas loca probando todas las cremas del mercado, si lo que quieres es mejorar el aspecto de tu piel, la solución está en tu despensa. Hablemos de alimentos que benefician tu piel.
Tomate y pimiento rojo
Estás de suerte, no hay nada más fácil que incluir estos dos alimentos a tu dieta. Este verano hazte ensaladas cargadas de vitamina C, que genera colágeno, lo que proporciona estructura a la piel para que no caiga. Los betacarotenos del tomate previenen el envejecimiento.
El pepino
Seguro que has visto en las películas las clásicas rodajas de pepino que se ponen en los ojos. Lo cierto es que es un alimento muy hidratante porque contiene mucho agua así que depura la piel de lo lindo.
Fruta: albaricoque, frutos rojos, plátano
En el terreno de la fruta, además de la vitamina C, es importante la vitamina A, imprescindible para la renovación celular. Además de los albaricoques hay otras frutas de verano como el melocotón o el melón que tienen un efecto muy positivo.
Los frutos del bosque son potentes antioxidantes que puedes tomar este verano en batidos o como toppings de un yogurt. En cuanto a los plátanos, es una fruta rica en zinc, un microelemento antioxidante que mejor la renovación de las células cutáneas.
Frutos secos
Ricos en ácidos grasos omega 3 y 6, consiguen reducir la oxidación celular y son muy cómodos para llevar siempre contigo y tomar un puñadito si el hambre aprieta.
Y, si los efectos de la celulitis empiezan a notarse, hay algo que puedes hacer para combartirla sin esfuerzo. Cuenta con los pantalones anticelulíticos de AppleSkin. No solo son súper favorecedores sino que su tecnología textil trabaja para que, con el simple movimiento de tu cuerpo, la piel de naranja vaya disminuyendo.
Otras ideas para tener una piel radiante es abandonar nuestra vida sedentaria y empezar a movernos. Además, todos nuestros procesos mentales afectan a nuestra piel así que tómate la vida con un poco más de calma y filosofía. Tu piel te lo agradecerá.