A lo largo del tiempo algunas dietas se han dedicado a demonizar ciertos alimentos y a otorgarles la fama de poco saludables para nuestro cuerpo. Sin embargo, una de las claves para una buena alimentación es llevar una dieta equilibrada en la que quepan todo tipo de nutrientes y eso se traduce en que hay que comer de todo. A veces esa mala prensa es infundada o por lo menos exagerada. Repasamos los alimentos que te prohíben comer y en realidad no son tan malos.
Seguro que alguna vez te han dicho que alguno de estos alimentos es malo, pero ¿a qué no te han explicado sus beneficios?
El más temido por excelencia, por su contenido rico en azúcares y grasa que suele ser sinónimo de engordar. Abusar del chocolate, como de cualquier otro alimento, no es beneficioso, sin embargo, si lo consumes en pocas cantidades, el chocolate tiene su parte positiva. Contiene flavonoides, que son pigmentos naturales que protegen al organismo de los daños producidos por sustancias oxidantes. Hay estudios que han demostrado que el incremento en el consumo de flavonoides procedentes del chocolate, la soja o el té verde podría reducir la tensión sanguínea elevada y mejorar la salud cardiovascular.
Además de ser un poderoso antioxidante, reduce el estrés al rebajar la hormona cortisona y un par de trozos de chocolate al día no es perjudicial y nos aporta energía al instante.
Pan
¿Cuántas veces te han recomendado que elimines el pan de tu dieta? De hecho, es lo primero que aconsejan eliminar de las comidas. Sin embargo, no se trata de abandonar el pan por completo, sino de regular su consumo. Comer unos 200 gramos de pan al día no te hace daño, y por el contrario te aporta proteínas, vitaminas, minerales y fibra. Además, no es alto en calorías y apenas tiene grasa.
De hecho, existen estudios que determinan que en las comunidades donde menos pan se consume, es donde el índice de obesidad es más alto. Muchas personas piensan que el pan engorda por sí solo pero generalmente lo que nos hace aumentar de peso son precisamente los alimentos que le acompañan. No hay que olvidar que el pan aporta hidratos de carbono, muy importantes, por ejemplo, en la dieta de los deportistas.
Frutos secos
Es cierto que los frutos secos son alimentos con una gran densidad calórica, así que por muy pocos que consumas te estarán aportando muchas calorías. Los frutos secos fritos, tostados o con añadidos se azúcar multiplican su valor calórico pero los naturales son alimentos sanos que hay que incorporar a nuestra dieta. Se recomienda su consumo por su poder energético, riqueza en grasas y proteínas, su presencia positiva de oligoelementos y, en muchos de ellos, por su contenido en Vitaminas grupo B y Omega 3. Además, son grandes antioxidantes y recomendables para personas con problemas cardiovasculares.
Este alimento ha sido acusado de ser dañino para el hígado y sobre todo por aumentar los niveles de colesterol, sin embargo con el paso de los años se ha ido desmintiendo este mito, sobre todo por carecer de rigor científico comprobable. No se puede asegurar que el huevo, por sí solo provoque este problema pues el colesterol en los huevos sólo tiene un efecto pequeño y clínicamente insignificante en el colesterol de la sangre. Por otro lado, el huevo contiene aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y aporta proteínas y un nivel relativamente bajo de calorías. Y además, ¡hay un sinfín de posibilidades para cocinarlo!
En la mayoría de los casos, no se trata de lo que comes sino de la cantidad que comes. Cualquier alimento, con moderación, no tiene por qué hacerte daño. Y si alguna vez te pasas, siempre puedes compensarlo poniéndote tus pantalones AppleSkin y haciendo algo de ejercicio, el otro pilar para llevar una vida saludable. No te dejes llevar por todo lo que prohíben en las dietas, algunos alimentos pueden no ser tan malos como parecen.