El fundador del Comité Olímpico Internacional, el barón Pierre de Coubertin, declaró en 1912 que permitir la participación de las mujeres en los Juegos era “poco práctica, poco interesante y poco apropiada”. Una frase desafortunada que dista mucho de lo que ocurre hoy en día en el mundo del deporte y la participación de las mujeres en él.
Y es que la presencia de mujeres en eventos deportivos, gimnasios o competiciones ya está totalmente normalizada y cada vez son más las que se apuntan a seguir unos hábitos de vida saludables y deportivos. Solo hay que tomar como ejemplo a las deportistas profesionales españolas, que en los últimos años han conseguido alcanzar los primeros puestos mundiales en deportes como natación, fútbol, atletismo, balonmano, baloncesto y triatlón, por nombrar algunos.
Aunque es cierto que las encuestas de hábitos deportivos apuntan algunas diferencias en las preferencias de hombres y mujeres al elegir ejercicios (las mujeres prefieren disciplinas fitness como zumba, pilates o ejercicios orientales como el yoga) hay otros deportes que se igualan en adeptos. Este podría ser el caso del running con casi medio millón de mujeres que lo practican, la mayoría de las cuales, cuya edad media es de 30 a 35 años, lo compaginan con su actividad profesional.
Con todo, existen algunas diferencias significativas entre ambos sexos desde el punto de vista de la práctica deportiva:
- Elasticidad: Es hasta un 10% mayor en la mujer que en el hombre, y ésta tiene mayor movilidad en la zona pélvica que el hombre.
- Equilibrio: Debido a la distribución del peso corporal, la estabilidad de la mujer es mayor que la del hombre ya que su centro de gravedad se sitúa algo más bajo.
- Gasto metabólico: El gasto del metabolismo basal en las mujeres es menor que el de los hombres.
- Grasa: Los hombres tienen en general un porcentaje de grasa menor que las mujeres por la presencia de estrógenos en ellas. Debido a que la grasa mejora la flotabilidad se entiende que las mujeres pueden conseguir mejores marcas en natación. Por su parte, la testosterona, mayor en el hombre, provoca una mayor masa muscular y por tanto, mayor fuerza.
A medida que se ha ido normalizando la presencia de las mujeres en el mundo del deporte se han creado complementos específicos para la mujer para hacer más cómoda su práctica. Una de las últimas novedades que se han aplicado al ejercicio físico es la cosmética textil o lo que es lo mismo, prendas con tejidos inteligentes, hechas con propiedades reductoras, moldeadoras o anticelulíticas, como es el caso de las mallas de fitness Appleskin, que combate una dolencia, la celulitis, que afecta a un 95% de mujeres, deportistas o no.
Como curiosidad, te dejamos con un vídeo que muestra la evolución de los ejercicios que las mujeres han utilizado a lo largo de la historia más reciente para ponerse en forma:
http://www.lavanguardia.com/de-moda/belleza/corporal/20150330/54429331420/evolucion-ejercicios-ponerse-en-forma-mujer.html