Aprende sencillos pasos que te permitirán estar haciendo ejercicio todo el día pero sin darte cuenta. Solo necesitas adaptar tu rutina a unos pequeños cambios que te ayudarán a optimizar tu tiempo y exprimirlo al máximo mientras te pones en forma.
Al despertarte por la mañana
Empezar el día con buen pie es más importante de lo que te imaginas, no solo porque afrontarás el día con más optimismo y buen humor sino que te sentirás más activa y con más fuerzas. Lo primero que debes hacer es activar tu cuerpo dormido. Con el simple gesto de desperezarte (contraer las piernas y glúteos, levantar los brazos y mover la cabeza hacia los lados) será suficiente. Bostezar, además, permite la entrada del aire que oxigena todo nuestro sistema.
Cuando te vistas, recuerda que puedes llevar la faja AppleSkin como ropa interior y así no solo contribuirás a lucir una mejor silueta gracias a su compresión sino que estarás trabajando activamente para evitar la celulitis.
Hora de trabajar
¿Sabías que algunas empresas han optado por eliminar las sillas de sus empleados y sustituirlas por unas fitballs? Quizá no haga falta llegar a esos extremos, pero sí es conveniente no hacer de la silla nuestro peor enemigo. Para ello, simplemente tienes que trabajar tu postura corporal: espalda recta, rodillas en 90º y mirada al frente.
Comida saludable
La comida del mediodía debe aportar aproximadamente el 25% de la ingesta calórica que debes tener durante el día, así que evita que sea una comida muy copiosa. Además, es muy recomendable tomar un pequeño almuerzo para que no llegues tan hambrienta a la hora de la comida.
Dormir una siesta de unos 15 o 20 minutos es un ejercicio muy reparador y además le viene bien a nuestros músculos que se relajan y a nuestro sistema nervioso que se desconecta un instante para reiniciarse y volver a empezar de nuevo.
Entrenamiento al empezar la tarde
Hay veces que por nuestro horario es imposible pero, siempre que puedas, intenta hacer ejercicio cuando todavía haya luz del día. Los ciclos de regulación de nuestro organismo funcionan mucho mejor bajo el estímulo de la luz del sol y además, ejercitarse a última hora puede afectar a nuestro descanso nocturno. Este es el momento perfecto para ponerte las mallas de fitness AppleSkin, cuyo tejido anticelulítico se activa con el movimiento.
Después del ejercicio y para favorecer a la recuperación del organismo te vendrá bien tomar un batido de carbohidratos y algunas proteínas. Esto te hidratará y repondrá tus reservas glucógeno.
Se acerca el final del día
No hay profesional de la nutrición que aconseje cenas abundantes. Ni siquiera nos lo pide nuestro cuerpo pues las demandas de energía disminuyen así que la cena debe ser ligera y rica en proteínas.
Hay que liberar la tensión acumulada durante el día, resístete algo al sueño y antes de dormir, acuéstate en la cama y realiza unos sencillos movimientos: tumbada boca arriba dobla las rodillas y acércalas a tu pecho, mueve las piernas como si estuvieras montando en bicicleta. Si lo prefieres flexiona una pierna mientras la otra permanece estirada repitiendo el movimiento durante unos minutos con ambas piernas.
Es recomendable que duermas tendida sobre tu espalda, dormir boca abajo no es positivo para tu columna.
Y ahora sí, ¡que descanses!